Las últimas 24 horas a nivel de club son jodidamente esperpénticas.
Suplicándole a un mediocre que siga, a uno que encima dejó el cargo hace meses y en la semana que has perdido todo. En una temporada absolutamente grotesca a todos los niveles. Cambiar de entrenador no aseguraba nada, pero hubiera demostrado que querías un nuevo capitán al proyecto, darle un giro. Que no hablamos de despedir a nadie, que el propio míster renunció. No lo tenías más fácil. Surrealista. Sin olvidar que aún no ha terminado esta temporada y al primer revés, el ambiente va a ser un ventilador de mierda. Ellos se lo han buscado, eso sí.
Qué decepción siento con esta junta desde hace año y medio. Lo peor es que es claramente la mejor opción que tenemos en la mesa. Todavía aún más para llorar.
Sin más, parece que el club busca siempre posicionarse hacia el meme. Vaya pitorreo todo.