...Virtud supuestamente incardinada en los genes del Real Madrid que, a juicio de algunos (de muchos), se está perdiendo. Sí, da un poco de pereza. Pero mejor lo afrontamos pronto y así nos lo quitamos de encima.
Lo más curioso de este asunto es que los que se rasgan las vestiduras por la supuesta pérdida de señorío del Madrid no suelen ser madridistas. O, lo que viene a ser lo mismo, son -en la inmensa mayoría de los casos- abiertamente antimadridistas.
Porque nadie ensalzó el señorío del Madrid cuando se pagaron seis millones de euros por un jugador, Sergio Canales, que podía haber llegado gratis al Madrid, ya que quedaba libre. No se descarta que alguno aludiera incluso a la prepotencia blanca por tirar de chequera en una operación que pudo realizarse a coste cero. ¿Prepotencia y señorío, las dos caras de la misma moneda?
Tampoco se ponderó el señorío del Madrid cuando se frustró el fichaje (acordado verbalmente) de David Villa. La 'alarma social' acongojó a los rectores del Valencia, que no tuvieron problemas en vender al mismo jugador al Barcelona, un año después, por una cifra casi idéntica. Increíblemente, el renuncio de Llorente se produjo bastante antes de la llegada al Madrid de José Mourinho, el Anticristo. El hombre por el que, según las plañideras presentes en el velatorio de los difuntos valores blancos, ya no se quiere al Madrid. Ejem. El Madrid, en aquel pack, fichó a Albiol (15 millones), y, desde entonces, ha permitido ir al Valencia a Parejo y Canales. Así que, además de canallas, rencorosos.
Por supuesto, nadie reconoció -ni reconocerá- al Madrid el detalle de no fichar al Kun Agüero. A Gil Marín también se le aflojó el vientre cuando su hinchada se olió la tostada, y el Madrid se hizo a un lado. Perdió a un jugador descomunal -gravísimo error- por no comprometer unas presuntas relaciones de buena vecindad. Es de suponer que este año, en el Calderón, los jugadores blancos saldrán al césped bajo palio y entre nubes de pétalos de rosa.
La penúltima lección de 'seny' la ha recibido el Madrid del Barça, el club de Unicef y Qatar Foundation. Un club que, en el mejor momento de su historia, aún tiene tiempo de torpedear los fichajes del Madrid, pese a que los blancos siguen sin tener ni pajolera idea de cómo se juega a esto. Su intromisión en el culebrón Neymar provocará que el Madrid tenga que pagar 10 ó 15 kilos más por el chico de la cresta. ¿Podía ficharle el Barça, un club con problemas para afrontar el primer plazo -cinco millonazos- del pago por Cesc? Manda valores...
http://www.marca.com/blogs/minuto7/2011/10/05/lecciones-de-senorio.html