Análisis de Stygian: Reign of the Old Ones

Stygian: Reign of the Old Ones, el título con el que se se estrena el estudio independiente Cultic Games ya está entre nosotros. Un nuevo intento de recrear en forma de videojuego los relatos del célebre H. P. Lovecraft y al mismo tiempo, conseguir ser un buen CRPG. No es una tarea sencilla la que emprendieron años atrás, pero hoy, ya en su día de lanzamiento, os puedo asegurar que los misterios cósmicos se han alineado en favor de Cultic Games, y por ende también en favor de nosotros, los jugadores.

El día oscuro ha llegado

Todo comienza en la ciudad de Arkham, el mundo tal y como lo conocíamos ha terminado, el día oscuro ha arrasado con todo, pero por motivos que escapan a la comprensión de todos, la ciudad y sus alrededores se ha visto transportada a una dimensión desconocida. He aquí donde entramos nosotros, para desvelar no solo ese misterio, sino también otros muchos que se nos irán presentando a medida que avancemos en la historia. La cuál se sigue con bastante interés, dicho sea de paso.

Arkham no es ningún lugar tranquilo, tras lo sucedido, son muchas las personas que han quedado atrapadas en esta realidad fuera de toda lógica, aunque destacan dos facciones que han surgido y se han hecho fuertes tras perderse todo atisbo de ley y orden. Por un lado un grupo de mafiosos, que se han hecho con la ciudad, como sus supuestos "protectores" y por otro, una misteriosa secta adoradora de Cthulhu, a quien llaman "el abuelo". Ambos bandos tienen gran importancia en el devenir de los acontecimientos ¿Pero qué haremos nosotros? ¿Pasar desapercibido? ¿Tratar de destruirlos? ¿O quizás...? Estas y otras muchas cuestiones serán de importancia capital durante la partida.

CRPG por bandera

Si por algo destaca Stygian es por ofrecer infinidad de posibilidades. En todo, literalmente. Nada más comenzar ya nos vamos a dar cuenta en su completísimo creador de personajes. ¿Eres hombre o mujer? Tras esa elección deberemos decidir el trasfondo de nuestro protagonista, entre un generoso número de posibilidades; Detective, Aristócrata, Militar, Científico o Artista, por mencionar algunas (hay más). Dentro de cada una de ella, hay digamos subgéneros, por ejemplo, escogemos Científico y después podemos elegir si somos eso sin más o si nos especializamos más concretamente, como médico, Alquimista etc. Esto también afectará a nuestras estadísticas iniciales, además de otorgarnos posibles diálogos basados en el rol que escojamos.

Pero aquí no acaba la cosa, también deberemos elegir nuestras creencias, ¿somos un creyente que piensa que llegará la salvación? ¿Un materialista al que lo único que le importa es el beneficio que pueda sacar? ¿o quizás un personaje esotérico que piensa que todo tiene un lado oculto? Este sistema es genial, puesto que no solo nos abrirá diálogos basados en lo que elijamos, sino que servirá también para que nuestro personaje obtenga beneficios al respetar las creencias que le pongamos. Así se evita que si nos queremos hacer alguien que va mirando por si mismo sin importarle nada más, luego no nos arrepintamos y acabemos siendo el típico buenazo, ya que si respetamos el trasfondo del personaje ganaremos cordura, exp. extra, entre otras cosas...

Por supuesto tampoco faltará el correspondiente reparto de estadísticas típico de los CRPG's, y deberemos distribuir sabiamente los puntos iniciales entre carisma, atletismo, subterfugio, manejo de armas cuerpo a cuerpo/distancia etc etc. Son tales las posibilidades del editor, que hasta podremos decidir si nuestro personaje es joven, adulto o anciano, lo que también contribuirá con ciertas ventajas y penalizaciones.

Terminado ya con el edito, toca hablar de la parte jugable. Stygian cuenta con una jugabilidad similar a la vista en otros juegos como PoE o Divinity: OS, aunque aquí las conversaciones y la investigación son el grueso del juego. Deberemos hablar con muchísimos personajes, al tiempo que resolvemos los misterios que nos salen al paso y por último, también combatimos de vez en cuando.

Lo mejor sin lugar a dudas son las muchas y variadas formas que tenemos a la hora de avanzar y completar cada objetivo, por lo que el destino de muchos personajes y el nuestro propio siempre está en el aire. Los buenos actos no siempre son lo bueno y los malos quizás sean los que no salven... o no... Es realmente fascinante ver como hagas lo que hagas, siempre quedas conforme y no sientes la tentación de cargar la partida (cosa que muchas veces no podrás hacer, ya que el juego está siempre guardando en segundo plano en casi cada decisión tomada). Lo que da como resultado un altísimo valor rejugable.

Todo lo que podamos o no hacer, dependerá también de muchos factores, como nuestras estadísticas, habilidades, el trasfondo o incluso el estado mental que tengamos en ese momento. Y esa es otra, nuestro personaje puede perder o ganar cordura según muchos factores. Podremos perder al presenciar actos horribles como la muerte de personajes o eventos paranormales, y podremos ganar cordura al hacer cosas beneficiosas para nosotros (siempre respetando el trasfondo de nuestro protagonista). A unas malas, siempre nos quedarán las medicinas o descansar un rato en uno de los campamentos, en los que podremos dormir, leer, o investigar artefactos para desvelar sus propiedades ocultas.

El caso es que incluso cuando estamos al borde de la locura y alguna enfermedad mental se apodera de nosotros, no es el final, sino que dará como resultado nuevas formas con las que interactuar con los personajes en la conversaciones. Es una pasada. Aunque eso sí, si perdemos del todo la cabeza será el final de la partida.

Por último hablaré del sistema de combate, posiblemente el apartado más flojo del juego. Se asemeja bastante al visto en Divinity: Original Sin, es decir, se trata de un combate por turnos en el que lo que hagamos (ya sea movernos o atacar) cuesta puntos de acción. No cuenta con nada que no se haya visto ya, podemos usar armas cuerpo a cuerpo, de fuego a distancia o hechizos, lo cuales habrá que aprender antes. Pero a la hora de ponernos en faena, digamos que el sistema de combate se limita a cumplir sin más, le falta un poco de chispa y a veces, solo querremos terminar rápido y continuar con la historia. Por fortuna, el grueso de Stygian es la trama, por tanto, este sistema de combate un tanto insípido no le resta apenas nada al conjunto general del juego. Cabe destacar la presencia de compañeros que podremos reclutar para que nos ayuden, aunque es mucho más satisfactorio reclutarlos para avanzar en sus tramas personales.

Valoración final

Stygian: Reign of the Old Ones es un excelentísimo CRPG que nos llega casi sin hacer ruido. Me dejo muchísimas cosas más que comentar sobre el juego en el tintero, pero es que tampoco quiero que esto se haga demasiado largo (y aún así me ha quedado bastante extenso), además de que es mucho mejor que las descubráis por vosotros mismos. Tan solo decir que tanto si sois amantes de los buenos juegos de rol, como de los relatos de Lovecraft, este juego es un imprescindible, sin ningún tipo de duda. Sus posibilidades a la hora de decidir resolver todas sus tramas y el cómo nos relacionamos con los npc's son abrumadoras y el valor rejugable del título es altísimo. Decir que lo recomiendo es quedarme bastante corto.