Junto a otros como Dwarf Fortress, DROD (Deadly Rooms of Death) es uno de esos juegos de culto que poca gente conoce, pero que tiene una legión de fieles que lo ha mantenido vivo durante décadas. Desde la primera entrega en 1997, su pequeño equipo de desarrolladores ha lanzado cinco entregas principales, un esqueje de rol, varias expansiones y hasta una suscripción de pago con la que acceder a infinidad de niveles.
Todos los DROD son aventuras larguísimas en las que hay que explorar mazmorras llenas de rompecabezas. A pesar de ser aparentemente simples, solo con acciones para moverse y girar, sus mecánicas dan para algunos de los puzles más ingeniosos que han aparecido en un videojuego.
Usando esas mismas mecánicas y un personaje similar con una espada al frente, Cramped Room of Death es un tributo a DROD más accesible, con habitaciones más pequeñas y con un estilo gráfico más pulido y encantador.
El juego final saldrá en 2021 con más de 100 niveles, pero unos cuantos de ellos se pueden probar ya en una demo que acaba de lanzarse en Steam como parte del festival de juegos de otoño.