Primero un poco de contexto. Tengo un amigo extremadamente consumista, en todos los aspectos de la vida. Uno de ellos es los juegos. Cada semana está intentando convencerme de que nos metamos a algún juego de mierda, Skinner box de 60€, repleto de FOMO, battle pass, microtransacciones, etc. En caso de meterme, jugamos 2 veces, ya no quiere jugar más y empieza a buscar el siguiente juego para comprar. En el último mes me ha hecho jugar a:
- Sea of Thieves (ya lo tenía comprado de antes, jugamos una vez y se acabó)
- Diablo II Resurrected (Lo compramos, llegamos a pesadilla Acto 2 y se acabó)
- Modern Warfare (Lo compramos, yo me pasé la campaña, él no lo ha instalado)
- Fortnite (Es gratis, jugamos una vez, sin construcción, y se acabó)
A parte ha intentado que me compre varios más, pero me he negado.
También es importante saber que a sus 36 añazos le encanta mirar al Xokas gritar tacos al micro cual niño rata, y como el Xokas está jugnado al Zelda, pues mi amigo también quiere participar. Pero claro, si le donase bits o algo de esto sería demasiado vergonzoso, aunque no descarto que lo haya hecho ya. Digamos que la solución "de adulto" es comprarse una Switch con el Zelda para poder "jugar a lo mismo que juega el Xokas" de modo que no eres un niño rata sino que participas en la moda, te subes a la ola del Xokas pero desde el perfil de "gamer", jugando por tu cuenta al mismo juego.
El caso:
El finde pasado fui a visitar a este amigo y aprovechando el viaje para comprar Monster y Doritos se compró el pack Switch + Zelda en un Game. Nuestra actitud fue del estilo de "sí, sí, mete el Zelda en la bolsa ya que viene incluído, pero lo que quiero es el Mario Maker, así que saca también una copia de ese que nos lo llevamos también".
Llegamos a casa, le instalé la Switch y fuimos directos al Mario Maker. Cuando nos cansamos, nos pusimos a mamonear un rato con clásicos de la NES/SNES/GB. Luego también le dimos un buen rato al Metroid 1. Y ya finalmente mi amigo probó el Zelda: a Link to the Past (nunca había jugado antes) y se enganchó desde el primer momento, hasta las 3 de la mañana.
Total que el Zelda este nuevo de la Switch, que ni sé cómo se llama salvo que lo busque en Google, aún tiene el plástico puesto. Y hoy hemos vuelto a quedar para pegarnos otra maratón da clásicos. Da que pensar, ¿eh? Por un lado recupero algo de esperanza en mi amigo, que parece que aún no tiene el gusto totalmente atrofiado. Pero sobre todo me gusta pensar que si alguien puede tener una consola de última generación con el juego más popular del momento en sus manos y aún así un buen juego sea capaz de impedirle abrirlo...
IT FILLS YOU WITH DETERMINATION