Detrás de este título tan largo, se esconde, el posiblemente mejor disco de los germanos Helloween. Todo es grande en este redondo, empezando por la portada y acabando por la última canción
Un disco que ha influido a la gran mayoría de bandas Power del mundo, cargado de himnos y aderezado por la increíble calidad de las dos almas de Helloween por aquella época: los solos y composiciones de Kai Hansen y la mágica y estratosférica voz del convicto Michael Kiske, ahora apartado y renegando de sus raíces Heavies para entrar en un proyecto popero
Este disco tiene un precursor en The Keeper of The Seven Keys pt I, que no le llega a la suela del zapato a esta segunda parte, pero eso ya es otra historia...
La formación en aquella época era:
Michael Kiske (Voz)
Micheal Weikath (Guitarra)
Kai Hansen (Guitarra)
Markus Grosskopf (Bajo)
Ingo Schwichtenberg (D.E.P.) (Batería)
El disco abre con la intro Invitation, con un toque épico que te recuerda a alguna peli ambientada en la edad media. En seguida empalma con el primer temazo del disco Eagle Fly Free donde ya apreciamos la preciosa voz de Kiske, llegando al estribillo dando el 80 % de sus pulmones y subiendo hasta el final con una trompetas de fondo, destacando la magnífica producción de este disco. Resaltar también el espectacular solo de Hansen y Weikath y el grito final de Kiske, todo un alarde de capacidad pulmonar
Buah, otro de los cortes imprescindibles del disco You Always Walk Alone. Sinceramente esta canción tiene uno de los mejores estribillos que he escuchado en mi vida. De nuevo Kiske demostrando por qué es uno de los mejores vocalistas que ha dado el Heavy Metal, aunque ahora ya no esté en esta música
Y ahora el cachondeo hecho canción Rise and Fall nos recuerda de forma simpática que la vida puede subir y caer en un abrir y cerrar de ojos. Con un Pre-estribillo pegadizo y divertido donde los coros mandan para después entrar Kiske en solitario con el estribillo, algo menos elaborado. (una mención especial al final de canción, con sonidos sacados de una granja y Kiske imitando el sonido de una subida y bajada)
Otro tema imprescindible, aunque de los peores del disco y no por ello malo Dr. Stein. A destacar el estribillo una vez más, un Michael Kiske cantando en un tono mas relajado y un solo lleno de efectos y duelos entre Hansen y Weikath al mas puro estilo Tipton - Downing (Judas Priest). Hay que hacer especial hincapié en los instantes posteriores al solo, donde encontramos el sonido de un órgano (?).
Momentos para el relax, con We Got The Right un medio tiempo, aunque no por eso Kiske baja el nivel de su voz. Por contra, Hansen y Weikath sí que bajan la velocidad de forma drástica en el solo, mucho más melódico y pausado de lo normal.
Ahora empezamos a llegar al clímax de este disco, porque entran "las 3 grandes" de este redondo, compuestas todas ellas por Hansen y se nota la mano mágica
Empezamos con March Of Time no tengo palabras para describir este temazo, épico, gigante, imprescindible, no sé, me faltan adjetivos para describir esta canción. Empieza con una especie de intro a la cual le sigue un solo espectacular de Hansen. Kiske nos arrolla con su voz cantando una letra que nos recuerda que el mundo gira sin parar y sin tener en cuenta que nosotros fuimos polvo y seremos polvo. Contiene un estribillo que es de esos para saber quien tiene cojones y pulmones para cantarlo. Jamás se llega a hacer pesado, es de esos temas inmortales.
Continuamos el camino por una de mis canciones favoritas, uno de esos temas que se convierten en tus himnos personales y te arrastran a una forma de vida: I Want Out fue el single de este disco para el cual se rodó un video cachondísimo, con los germanos haciendo d las suyas. El tema empieza con Kiske cantando muy relajado para subir el tono en el pre-estribillo y llegar al inolvidable estribillo, muy coreable, del estilo de Master Of Puppets de Metallica. La letra te invita a olvidarte de lo que te digan los demás, porque tu vida es eso, tuya y a veces necesitamos vivirla a solas, haciendo lo que nos plazca.
Hansen se sale en todos los sentidos en el solo al igual que Michael Kiske con dos gritos interminables llegando al final del tema.
Y ahora el último corte del disco, un tema de corte progresivo con mas de 13 minutos de duracion, recordando a la estrella del anterior Keeper, Halloween. En esta última canción podemos encontrar de todo, desde Kiske haciendo de las suyas, Hansen firmando unos riffs cojonudos y un Grosskopf mandando con el bajo.
Algunas versiones contienen una o varias canciones más de bonus, entre ellas Save Us un tema bastante cañero con un estribillo cantado en coro, pero dejemos el analisis así con los temas de la versión original.
(Dedicado a Ingo Schwichtenberg (D.E.P.))
Un saludo!