6.000Km: Europa de Norte a sur en E-bike

guachinche

Ojalá poder hacer algo parecido aunque sea durante un par de días...

Respecto a la condición física que hace falta para hacer algo así... eras deportista de por sí o algo? porque yo me subo a una bici y como haya un poco de pendiente aguanto 10 minutos y acabo deslomao. Quizás tener un trabajo (y vida) sedentario sea el motivo...

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Mewtwo

#119 justo lo que dice esa web como mal es ll que tenia entendido 😂

Vireca

#52 joder que facilidad para dejar a tu pareja y en 3 años ya has encontrado una nueva y tienes vida estable con ella. Me das envidia xD (sana)

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Shenkra

De mayor quiero ser como tú. Soy profe, quizá podría hacer al revés que tú y estar unos años así hasta que decida dejarlo todo y coger la bici. Pero bueno, siendo realistas no tengo ni idea de bicis jajajaja

Genial el hilo, muchas gracias por compartirlo. Estoy deseando leer las siguientes partes :)

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granaino127

#108 os echaron por la noche... encima con maldad haciendo que os vayáis con la oscuridad.

¿No los seguisteis para ver donde vivían y que amanecieran con las casas pintadas con mierda?

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Headhunt

#125 pues finalmente no movimos el campamento pero esa noche no pegamos un ojo y teníamos unos picos a mano en todo momento (como piolets pero un lado es plano, para usarlo como azada).

Solamente quisieron asustarnos, el discurso típico y se fueron. Pero ya nos quedamos en vilo porque si se animaban más durante la noche alguno seguro que quería venir a hacer alguna jugarreta más grave.

Y lo de echar mierda en sus casas... No se me pasó por la cabeza, porque lo veo muy mala opción. Eran 10, nosotros 4. No sabemos cuántos más eran ni cuales eran sus casas en el pueblo. Al pueblo tendríamos que volver y éramos los únicos de fuera. Hubiera sido muy fácil acusarnos, untarnos en brea, echarnos plumas y despeñarnos.

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granaino127

#126 no erais de allí ni viviais allí... antes de piraros, mierda en sus puertas y a comer mierda, nunca mejor dicho.

imnothing

Aprovecho para poner este documental, Vidaje de Albert Sans, que trata de como su protagonista, un cantante catalán de rock, se embarca en la aventura de su vida dando la vuelta al mundo en bicicleta.

Es una película en realidad, dura hora y cuarto, pero se hace muy ameno, con un ritmo muy bien llevado, siempre positivo y alegre, con unas reflexiones muy interesantes. Vamos, que el aventurero es un tipo que sabe como narrar historias y grabar vídeos, tiene arte el tío y ha sido premiado el documental.

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Gustioz

#128 si está exento de carga política habrá que verlo.

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imnothing

#129 libre total de esas mierdas. Es un tío que le gusta tanto el rock como pedalear, y decide hacer eso, el vidaje

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Idontknow

#1 con tu permiso, podria aportar mi viaje que hice hará un año? Unos 2700km por europa del norte e este.

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Crus

#131

Sí!!! Muy agradecidos a los dos por contar vuestra experiencia

Kewis

Buenas a todos!

Respecto a la legalidad sobre dónde acampar y tal... sinceramente no sé mucho, ni me importó demasiado. Como curiosidad, en Noruega tienen el "allemannsretten" o "derecho a vagar libremente" que te permite acampar incluso en terrenos privados, con unas mínimas limitaciones (distancia a casas, etc)
Sí que tengo entendido que España es, en general, uno de los países de Europa con más limitaciones.
En mi caso, la verdad es que no me preocupé demasiado. ¿Recordáis ese momento en Hacia rutas salvajes en el que Alexander Supertramp se pasa por el forro la ley para coger un kayak? En ese aspecto soy un poco como él. En cosas de naturaleza, le doy prioridad a lo que considero legítimo, independientemente de si es legal o no. No me malinterpreteis, hay que hacerlo con respeto. Soy extremadamente cuidadoso para asegurarme de que tras mi paso, no queda rastro alguno de que he estado allí.

#108 Como he ido mencionando, apenas me miré nada sobre la ruta, desniveles y tal. Lo que sí que me estudié son los animales que podía encontrarme por el camino y/o acampando, y como actuar en caso de encuentro. La fauna es mi principal motivo para viajar. Considero que un jabalí tocho, es de lo más peligroso que puedes encontrarte.

#117 No me pesé ni antes ni después, pero si hubo algún cambio en mi peso, no fue destacable.
En Portugal empecé a alimentarme mal, y llegué a Salamanca bastante flojo, física y mentalmente.
Lo que sí que noté al terminar el viaje fue azogue. Me costaba mucho relajarme estando dentro de una casa viendo una serie o haciendo poca cosa. El cuerpo me pedía caña.

#121 Siempre he practicado deporte, y casi todos centrados en el tren inferior. Hasta hace nada, no tenía coche, por lo que siempre me he movido andando/bici/patines para ir a todos los sitios.
Pero vamos, mi condición física estaba lejos de ser la de un puto pro (especialmente tras la lesión), y a años luz de ser Maiki.
De hecho, podríamos decir que fui cogiendo forma sobre la marcha. Nunca he estado en mejor forma que tras concluir mi viaje, pero más que por la bici fue por otras cosas que hice en el sudeste asiático.
Y sobretodo... NO es necesario hacer 100km al día para hacer algo así. Me encontré muchas parejas senior cicloturisteando a su propio ritmo. Por lo que incluso si tu forma física no es la idónea(Obviamente un mínimo es aconsejable), yo no me desanimaría. Especialmente si el objetivo es disfrutar y no el de superar un reto. Yo no tenía ni idea de cual iba a ser mi ritmo.

#124 Yo soy Ingeniero, pero me gusta mucho la docencia. Además... pocas profesiones te permiten la libertad (vacaciones largas en verano, excedencias si quieres tirar a algo más hardcore) de hacer algo como esto sin necesidad de dejar todo atrás por completo. Es uno de los motivos (secundarios) por los que decidí enfocar mi futuro a la enseñanza la verdad. Yo tampoco sabía prácticamente nada de bicis, que eso no te desanime!

#131 Claro tío, tírale! Además seguro que mola comparar las impresiones sobre los países que hemos recorrido los dos (imagino que en alguno coincidimos), para que la gente tenga dos puntos de vista, ya que cada experiencia es un mundo aparte.

Ayer me hicieron la PCR y lo normal es que salga negativa, por lo que volveré al trabajo presencial y tendré menos tiempo para contestar. Os pido paciencia! Seguiré escribiendo a ratitos, y cuando lo tenga todo junto posteo lo de Dinamarca.

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_LuZBeL_

#133 ya lo menciono yo por si quiere darte unas lecciones @scientistt

Kewis

DINAMARCA - EL SUFRIMIENTO DEL PATO RAUDO EN EL CIELO NÓRDICO

Ruta

Tras muchas jornadas bajo la lluvia, llegué a Dinamarca, donde el clima me dió un respiro.
Como si hubiera una frontera invisible adicional a la territorial, apenas 3-4 km después de cambiar de país empecé a encontrarme muchisimas mariposas posadas en la carretera, en lugar de babosas.
Como una alegoria de mi ánimo, que estaba húmedo tras Alemania, Dinamarca me recibió con mariposas, sol y ninfas. Se me saltaron las lágrimas de la emoción.
Entrada a Aabenraa, una ciudad pequeñita con mucho encanto

Tras los Países Bajos, el tramo que une Aabenraa con Aalborg es el que recomendaría para alguien que quiera hacer un viajecito en la bici. Visitareis varias ciudades que a mí me gustaron mucho: Aabenraa, Kolding, Vejle, Aarhus y Aalborg . Ninguna tiene nada que te vuele la cabeza en especial, pero tienen mucho encanto.

Describiría en general mi paso por Dinamarca, como un lugar sin grandes highlights pero con cultura que os encantará conocer y rinconcitos naturales que os sorprenderán.
De esta manera conocí Lindholm Hoeje, el mayor cementerio Vikingo de Europa, y que desde luego merece una visita.
Lindholm Hoeje

Lugar mágico - random

Sin embargo, en Dinamarca, al Pato Raudo le pesaron los kilómetros. Tuve que cambiar el líquido de frenos y se me rompió un radio de la rueda delantera No fueron percances mayores, ni muy caros. El problema fue que a 8km de Hirtshals pinché la rueda de atrás. Me dió mucha pereza ponerme a reparar el pinchazo estando tan cerca, por lo que continué mi camino empujando la bici. Al llegar, y una vez instalado en el camping, me puse a cambiar la cámara.
Recordad que siempre he dicho varias veces que no tengo ni puta idea de bicicletas. Tanto era así, que pese a que mi bici tiene marchas, solo ves un plato y un piñon y yo no entendía como eso posible ser. Bien, al desmontar la rueda me encontré con esto:

Tomé fotos de como estaba todo antes de desamarlo. No fue suficiente. Estuve 3h bajo un viento del copón y una lluvia bastante fuerte. La gente se descojonaba de mí, se acercaban en plan cuñado para explicarme como hacerlo, y viendo el percal se largaban sin más. Menos un Alemán, que estuvo no menos de hora y media conmigo.

Una constante en mis viajes es que, pese a que cuando tengo mucho contacto seguido con los alemanes pienso "putos alemanes", cuando realmente necesito ayuda, aparece un alemán de la nada a salvarme el culo. Ha pasado cuatro veces muy claves. Es casi molesto.
Tras solucionar la bici, el clima me dió un respiro y pude disfrutar del lugar, que es sobrecogedor. Incluso vi focas a lo lejos.
Camping de Hirtshals

A la mañana siguiente, me dirigí a coger el ferry, y a las primeras de cambio volví a pinchar. Ni 3km había rodado. Y ya no llevaba cámara para cambiarla. Por suerte, había salido con muchísimo tiempo de margen y llegué sin problemas andando.
Esperando el Ferry me encontré una cosa curiosa: Arenas movedizas. En mi puta vida habría esperado encontrarlas en Dinamarca. No sé si los carteles con calaveras eran una exageración para prevenir a los coches de quedarse atrapados, pero ahí estaban.
En el Ferry me sentí Di Caprio en el Titanic. Muchos coches de alta gama entrando en la bodega del Ferry. Encima al subir hacia las cubiertas, se me enganchó el abrigo en un pasamanos y se rajó más de 40cm. La gente iba mega arreglada y yo con el abrigo rajado, en la inmundicia.
El pasaje más barato estaba en torno a los 80€, sin camarote, por lo que dormí en una butaca y en el suelo.

Y así, sin más, amanecí en Noruega, donde recorrería los kilómetros más interesantes de mi viaje.

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Crus

Arenas movedizas? Supongo que eran distintas a los dibujos animados

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Kewis

#136 No se parecen en nada. De hecho, no parecen nada especial.
Como digo, no sé si simplemente se trata de una exageración para prevenir y que no queden coches atrapados, pero el cartel ponía "peligro para la vida, arenas movedizas".
La verdad es que solo pisé un poquito(lo justo para meter la suela) con precaución extrema, y si que se hundían, pero desconozco (ni ganas de comprobarlo) si te pueden tragar entero.
Os dejo una foto mía:

Edit: me he entretenido en buscar la zona en google maps, y he encontrado un cartel:

La verdad es que comparadas con el imaginario popular, no es que den mal rollo(aunque quizá ese es el peligro).

Saludos!!

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eondev

#137 Pero si hay coches y retros que se ven al fondo XD

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Kewis

#138 De hecho, alguna vez me he planteado que quizá sean las propias excavadoras las que dejan el terreno así, para prepararlo como paso intermedio para hacer algo encima después. Aunque algunos de los carteles eran como los anuncios de carretera, y no móviles como el de la foto
Siento no poder dar más info, pero es que sinceramente no tengo ni idea. #38 conoce la zona, quizá puede aportarnos algo

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eondev

#139 a saber, igual pasas otro dia por ahí y ves media grua atrapada xDDDDDDDDDD

I

#139 #136 hasta donde yo se, las arenas movedizas nunca pueden tragarse a una persona entera. Lo peligroso es que pueden hacer un efecto de succion que te atrapen una pierna y te dejen ahi hasta morir deshidratado si no tienes un telefono para pedir ayuda o alguien cerca.

De todas formas, yo Jutland (la peninsula oeste que estamos hablando) solo he estado en 1 viaje, asi que tampoco conozco demasiado. Lo tipico: Råbjerg Mile, Rubjerg Knude (dias antes de que movieran el faro), Aalborg, Bulbjerg, Løkken, etc. Lo que conozco de Dinamarca es principalmente Copenhague, que es donde vivi 3 años. Y luego la zona norte de Sjælland que hice varias escapadas.

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Gustioz

#141 yo conozco Peñafiel, tiene un castillo muy bonito y buen vino....
Ya me voy.

10 días después
Crus

Ya no hay más updates? :(

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Kewis

Buenas noche gente, siento el retraso, pero he estado ocupado.

Tocho incoming, pero Noruega dio mucho de si. Al lío!

Me gustaría aclarar en primer lugar que revisando documentación del viaje he visto que el Ferry para llegar a Noruega me costó 125€, más del doble de lo que os dije. Buena ruina.

NORUEGA - EL FIN DEL MUNDO
Las distancias en Noruega son enormes. Con apenas 5,5 millones de habitantes en un territorio de casi 400.000km2, gran parte del tiempo estás solo, a distancias peligrosas del ser humano más próximo. Es un país imprevisible, en el que la montaña y el frío amenazan constantemente con tumbarte. Por ello fue necesario ser mucho más prudente con los trayectos que en cualquier otro país. Es el único país de mi viaje que no recomendaría para viajar en bicicleta si solo se quiere disfrutar. En Noruega se sufre.
Es el único país que he visitado en el que mis raíces mediterráneas llorarían por el frío (En más de una ocasión me desperté por el frío y tuve que moverme para no quedarme tieso por la hipotermia. Esto no me había pasado nunca).
Creo que no podría vivir un largo periodo en Noruega.
Sin embargo, su belleza natural única, y las sensaciones especiales que transmiten sus paisajes, lo sitúan dentro del TOP5 de mis países favoritos.
RUTA

spoiler

El primer día que pasé en Noruega fue una declaración de intenciones de lo que me esperaba en el fin del mundo.

Como os describí en mi último post, cogí el ferry de Hirtshals (Dinamarca) a Stavanger (Noruega) en un estado realmente harapiento, con la bici pinchada, y el abrigo rajado, con la ropa mojada y sin duchar. Quizá por esto, nada más bajar del ferry, me paró la policia.
Me llevaron a una sala, donde comprobaron mi documentación y me hicieron muchas preguntas (a donde iba, de donde venía, que iba a hacer allí...). Me desnudaron y revisaron todo mi equipaje, con un perro y tal. Me preguntaron si llevaba droga, ya que el perro estaba un poco alterado, pero no terminaba de apuntar a ninguna parte. Les conté que en Holanda fumaba porros, y que la riñonera donde llevaba el tabaco había portado habitualmente maría. Pareció convencerles, aunque solo a medias, ya que aun así registraron absolutamente todo mi equipaje. Hasta extendieron y montaron la tienda de campaña a duras penas (como ya dije, mi tienda solo puede ser montada si se ancla al suelo).
Debo decir que me trataron con mucho respeto y profesionalidad en todo momento, y tras concluir que no llevaba nada, se disculparon por las molestias e intentaron reorganizar mi equipaje, cosa que obviamente no consiguieron. Una cosa curiosa de viajar de este modo es que como tus alforjas son media vida, te acostumbras a jugar al tetris a un nivel bestial, de modo que todo quepa bien organizado y las cosas importantes estén a mano.
Me ofrecieron café y me indicaron donde podría reparar la bici. Por lo que me dispuse a empujar al Pato Raudo unos 8km desde el puerto hasta llegar a la tienda. De caminó empezó a llover muchísimo, por lo que me refugié más de 3 horas que pasé leyendo, en una parada de autobús (aún así me mojé bastante...).

Cuando llegué a la tienda, de primeras no quisieron ayudarme (como ya comenté, el tipo de marcha que lleva mi bici hace que cambiar la cámara de la rueda trasera sea un coñazo serio). Que lo intentara en otro sitio - me dijeron - que ellos estaban muy ocupados. Tal cual. No quería cambiar la cámara por mi mismo, ya que sospechaba que en la anterior reparación (en la que arreglé un radio) había hecho algo mal y por eso había pinchado dos veces en unos pocos kilómetros. Por suerte uno de los trabajadores era Portugués y por un sentimiento de hermandad ibérica se ofreció a ver que le pasaba al Pato Raudo. Resultó que tenía un micro cristal dentro de la cubierta. Me cobró tan solo 10€ incluyendo la cámara nueva, y me dijo que no dijera nada, que solo por el hecho de cogerme la bici debía haberme cobrado 40€ más mano de obra. El tío estaba hasta las pelotas de la vida en Noruega, me contó como había acabado allí, y lo mucho que echaba de menos pillar hierba decente, y que se iba a largar más pronto que tarde.

Tras dormir en la butaca y el suelo del ferry, necesitaba descansar, por lo que decidí tomarme ese día sin pedalear nada. Me dirigí al centro de la ciudad, donde encontré un camping a medio acondicionar, y por estar sin terminar, me cobraron poquísimo (2€ o así). Aproveché para lavar la ropa, limpiar la tienda, etc. Al no conocer todavía los super mercados de Noruega, entré en el primero que pillé. Craso error. 25€ una cena no-copiosa y medio desayuno. Eso sí, me llevé una alegría enorme al encontrar papel de combustión lenta, ya que en Dinamarca no encontré en ningún sitio y acabé hasta las narices de fumar con papel de combustión rápida. Pequeños placeres...

Esa noche, en el camping, conocí Jannika, una chica alemana (recordad la constante salvadora de los alemanes en mi viaje) que viajaba a pie. Me contó que viajaba con una amiga, pero unas pocas etapas antes se lesionó y tuvo que volver en tren a casa. Una loca de los animales, como yo, por lo que hicimos muy buenas migas. Más adelante me la volvería a encontrar.

A la mañana siguiente, con la bici arreglada, y bastante descansado, me puse gallito. Sentía que lo que estaba haciendo era en cierta manera una proeza. Iba a llegar al puto punto más septentrional de Europa. Iba a encontrar las auroras boreales. Iría a por el hito.
Sin embargo, la cura de humildad fue instantánea. Mientras yo recogía, llegó una pareja de alrededor de 70 años con sus bicis. Nada más llegar plantaron su campamento con una rapidez acojonante. Un talento-chorras que desarrollas en un viaje de este tipo es identificar que viajeros son auténticos pros por la manera en la que empacan/montan su equipaje. Con estos me quedé francamente pasmado. Lo siguiente que hicieron fue plantar dos banderas. Dos banderas de Korea del Sur. Obviamente tuve que acercarme a preguntar. Sí, venían desde Korea la mala. En bici. Con 70 años.
El primer día pedaleando en Noruega fue uno de los más duros de todo el viaje (y no fue el más duro porque más allá de lo puramente físico, no tuvo incidentes).
Como he comentado ya, no utilicé el apoyo eléctrico de mi bici durante el viaje a menudo, precisamente para tener el salvavidas en caso de necesitarlo. Pues bien, aquel día gasté la batería por completo, y tan solo avancé unos 60km. Venía de hacer alrededor de 100km al día sin ayuda del motor.

Los siguientes días conseguí avanzar bastante más, a base de ir bastante más lento y estar más horas pedaleando, conseguí volver a hacer +90 km por día, y pese a los continuos ostiazos a la cartera, y el destrozo físico, recorrí una de las zonas que más me gustaron de todo el viaje.

Empecé a coger pequeños ferrys (caros, para lo corto del recorrido) pues la alternativa por carretera a menudo son túneles que no permiten el paso de bicis.

Realicé el Trekking al Preikestolen - El Púlpito una formación rocosa simplemente espectacular que probablemente habéis visto en fotos. 600 metros de puro fiordo glacial.




El sitio es tremendo, y para asomarte, o vas gateando, o estás hecho de otra pasta. Eso sí, dejar colgar las piernas allí es una sensación bestial.

Y así seguí, saltando de isla en isla, esta vez con mucha menos montaña. El gps me metió a menudo por sendas de trail bastante dificiles. En varias ocasiones tuve que desmontar el equipaje, para salvar algún tramo, pasando el equipaje a pata, y luego la bici. Continué hasta llegar a una isla que siempre tendrá un lugar en mi corazón. Ombo.
La isla de Ombo tiene dos pequeños puertos, uno en cada punta de la isla, con cuatro o cinco casas alrededor. El paisaje es durísimo, pura piedra. La vegetación está adaptada a las duras condiciones. Las paredes de roca lloran por la humedad del ambiente.

Paisaje de Ombo

La crudeza de la isla conectó conmigo de una manera muy extraña. Pasé dos noches intensísimas allí simplemente recorriendo la nada a pie, en la casi más absoluta soledad. Ombo me asalvajó. Sentí que realmente conectaba con la naturaleza de una manera especial. Pasé muchas horas practicando Tai Chi, algunas de ellas, bajo la lluvia. Me bañé desnudo en aguas heladas. Me comí un pez que pesqué con una mosquitera*1. Dormí contemplando un cielo con más estrellas que espacio. Lloré y grité al vacío. Pensé mucho en mi propia vida, en cómo había llegado allí, y hacia donde iba, y al mismo tiempo, vacié la mente como no lo había hecho nunca antes.

Dudo mucho que vuelva a visitar la isla, pues estoy seguro de que lo que sentí allí fue simplemente la explosión de todo lo que llevaba dentro, de lo que había dejado atrás, de la adrenalina y la tranquilidad del viaje. De la soledad. De algo primario que siempre había sentido, y sin embargo, había mantenido a raya. Fue mi llamada de lo salvaje . No quiero empañar mi recuerdo de Ombo.

Uno de los puertecitos de Ombo

Tras mi paso por las islas, llegué a Haugesund, donde usé por primera vez Warmshowers, aunque en aquel momento buscaba compañía y no fue como esperaba. Me dirigí a Bergen, donde tuve una potra enorme. Bergen es la ciudad donde más llueve de Europa, pero cuando yo llegué, hacía un sol de escándalo, por lo que la gente estaba ultra animada. Todos en los parques haciendo picnics, muchas personas en ropa interior. Se palpaba la alegría en el aire. En fin, un jolgorio. Un grupo de universitarios me invitaron a sentarme con ellos y estuvimos toda la tarde hablando y bebiendo. Me contaron que llevaban una racha de más de 40 días seguidos lloviendo, y que aun así estaba lejos del record (más de 80 del tirón). Me dijeron que debía ir si o sí a Flåm (no eran los primeros que me lo recomendaron), que había una ruta espectacular para la bicicleta, y que muchos ciclistas de todas partes viajaban allí exclusivamente para hacer el descenso. Así que allí me dirigí. Básicamente subes una montaña en tren, y luego tienes 20 km ininterrumpidos de descenso, salvo por un par de subidas.
Descenso de Flåm, foto tomada desde el tren

Me cagué en todo lo cagable. El principio del trayecto es sobre rocas sueltas del tamaño de medio balón de fútbol. Supuse que para la bici de montaña era una gozada, pero con mi bicicleta híbrida y el equipaje, lo pasé realmente mal. Tuve que bajarme varias veces de la bici porque no había manera. En las curvas sentí que me saldría y moriría sin más. Me acordé de cada una de las caras que me habían dicho que debía hacer el descenso, pensando en si eran gilipollas o qué coño se les había pasado por la cabeza para recomendarme algo así, sabiendo que iba con equipaje etc. Bueno, tenían razón, pasados los primeros cientos de metros, las rocas desaparecieron dejando paso a un sendero/pista mucho más amigable. El camino serpentea constántemente, tiene algún túnel, y claro, unas vistas espectaculares, rodeado de arroyos. Y siendo to-pabajo pues la verdad es que es genial y lo disfruté como un enano.
Curiosa ¿vivienda?. Estoy de acuerdo, eso mismo para todos

Tras el descenso, seguí dirigiéndome al norte, sangrando mi cartera, subiendo alguna montaña con nieve, hasta llegar a Trondheim, donde me quedé en casa de unos colegas. Allí decidí que era suficiente, que debía volver. Me quedaba por recorrer en Noruega aproximadamente la misma distancia que la que llevaba recorrida desde que salí de Holanda. Un desfase. Noruega es extremadamente alargada, y para recorrer 100km hacia el norte, acabas haciendo 200km debido a su orografía de su costa. Algunos de los mini ferrys cuestan 10€, y algunos días te ves obligado a coger 3-4 ferrys o desviarte demasiado. Por el interior, implica hacerlo a través de los Alpes Escandinavos(De hecho la ruta habitual para llegar a Cabo Norte es a través de Suecia, precisamente para evitar los Alpes). Pese a que todavía hoy me sigue jodiendo no haber conseguido cumplir el objetivo que me marqué a medio camino, fue la decisión correcta. Cuando empecé a dirigirme al Sur, pasé frío. El Otoño avanzaba mucho más rápido que yo, y podría haber llegado a pasarlo francamente mal, y en el mejor de los casos mi economía se habría visto gravemente perjudicada (soy fumador y allí solo me compré un único paquete de tabaco de liar, 25€).
Quise al menos darle un intento a las auroras boreales, por lo que fui a Kristiansund y a pueblos de los alrededores. No encontré la luz del norte plenamente, aunque una noche si que se intuyó levemente. Una pena, pero al menos algo vi.

Cogí un tren que me llevó hasta el parque nacional de Jotunheimen, rodeé la cadena montañosa de Hallingskarvet hasta llegar a otro parque nacional, Hardangervidda, donde recorrí los 200 metros/salvese quien pueda huyendo de un Glotón que en realidad nunca me persiguió. En Noruega había visto fugazmente varios visones. Cuando vi al glotón pensé que era un visón, o alguno de sus primos, por lo que me puse a seguirlo. Normalmente los mustélidos son bastante esquivos, sin embargo, desde la distancia, este andaba con una chulería bastante peculiar. Cuando estuve más cerca, vi que era más grande de lo que parecía, lo que unido a la seguridad en su forma de andar me hizo darme cuenta de que era el momento de largarme cagando leches. Siempre me estudio la fauna de los lugares donde voy. Ver animales es uno de los principales motivos por los que viajo, por lo que para mi, es fundamental saber como actuar con cada uno. Encontrarse un glotón es muy raro, y no hay mucha información sobre como comportarse en caso de cruzarte con uno. Son auténticas bestias de la naturaleza. (De hecho el personaje de Marvel, Wolverine, es literalmente un glotón, y no un Lobezno. Los latinos si que mantuvieron el nombre real, pero en España se le cambió, supongo que por que la palabra "gloton" no muestra la ferocidad del personaje).
De wikipedia: "Es un carnívoro fornido con muy mal genio y musculoso, se asemeja más a un pequeño oso que a otros mustélidos. El glotón tiene una reputación de ferocidad y fuerza desproporcionada a su tamaño, con la capacidad documentada para matar a presas mucho más grandes que él."
Noruega tiene mucho que ofrecer en cuanto a fauna, renos, alces, osos, multitud de aves de presa...sin embargo, con la excepción del glotón, algún buho, y lo que os muestro a continuación en la foto, no tuve suerte.
Lución - El lagarto sin patas

Como digo en el pie de foto, el lución no es una serpiente, si no un lagarto que ha evolucionado hasta perder las patas.

Después de Hardangervidda, fuí a Oslo, donde tan solo pasé la noche. Dormí en un parque, justo al lado de un camping porque estaba cerrado. Oslo es probablemente la capital de Europa que he visitado que menos me ha gustado. Solo pasé unas pocas horas con luz en ella, por lo que mi juicio está lejos de ser justo, pero la verdad es que tampoco me dieron ganas de quedarme más tiempo.

Desde Oslo, emprendí mi camino hacia el sur, hasta cruzar la frontera con Suecia, en una etapa de más de 150km. La más larga hasta ese momento.
Muchos túneles están prohibidos para bicicletas, pero la vía alternativa te recompensa con paisajes como este.

Montaña y roca. Inhóspita. Solo el hielo desafía a la piedra. Noruega es el final del mundo. Pero como dijo Oscar Wilde: "Todo estará bien al final. Si no está bien, no es el final"

*1: Recordad que sigo una dieta vegana/vegetariana.

20 3 respuestas
eondev

#144 impresionante, el capítulo que más me ha gustado.

1
B

Es fascinante estos relatos, invitan a coger el petate y recorrer lo largo y ancho del mundo.

1 2 respuestas
Gustioz

#146 luego enciendes el pc y...

1 1 respuesta
j0aZ

#144 joder, brutal el capítulo. Felicidades también por la manera de relatarlo, haces que sea sencillo ponerse en tu piel (salvando las distancias). Ojalá echarle un día los huevos para hacer algo siquiera parecido.

1 1 respuesta
Kewis

#147 #146 #148 Pues yo me "calenté" con lo de viajar gracias al blog de Marcando el Polo, una pareja de argentinos que recorrieron Asia durante 6-7 años viajando con la premisa de no pagar transporte (principalmente haciendo autostop). Con esto quiero decir que en mi caso, lo que más me empujó a dar el salto fue leer a otros viajeros, y diría que como a mi, les ha pasado a muchos. Si mis post sirven para que alguien se motive, de puta madre. Una vez superas los miedos, lo difícil es parar, y pasas buena parte de tu tiempo tramando nuevas aventuras. Yo tengo en mente, entre otras cosas:

  • La transpirenaica.
  • Recorrer España en furgo
  • Volver al Sudeste Asiático.
  • Ecuador+Bolivia+Perú, con incursión profunda al Amazonas,
  • Filipinas + Islas del pacífico
  • Alguna cosica por la selva Africana
  • Trekking por Islandia (con auroras por favor!!),
  • Alguna ruta bestia a pie tipo Pacific Crest Trail
  • Kayakear algún tramo del Guadiana o similar, en modo ultralight con hamaca.
  • Visitar Costa Rica
  • Ver ballenas

Como podéis ver son de muy diversa índole, y son demasiados. Soy consciente de que no podré hacerlas todas (salvo que me haga extremadamente rico de repente), por lo que iré eligiendo según el presupuesto/tiempo/compatibilidad con mi pareja me permitan.

El mejor momento es simplemente cuando tu situación personal te permita hacerlo. Cuando no tengas ataduras. Si estás pensando en cambiar de curro, tienes relativa seguridad de que al volver podrás encontrar otro, y tienes algo de dinero ahorrado, es un gran momento para largarte (aunque ahora con la incertidumbre del covid... es otra historia)

Me alegro de que os haya gustado el capítulo. También ha sido mi favorito a la hora de escribirlo. A ver si saco tiempo pronto y os cuento mi experiencia en Suecia.

Saludos!!

5 2 respuestas
j0aZ

#149 de las que has mentado sólo puedo comentar sobre Islandia, mi país favorito hasta ahora sin duda alguna por la diversidad de sus paisajes y la sensación de poder internarte en "lo salvaje" en cualquier momento. Hice la vuelta a la isla en furgo, pero había bastante cicloturista, por lo que entiendo que es factible hacerla en bici. Tiene fama de ser caro, y lo es si únicamente te fijas en el hospedaje, pero la compra del súper no me pareció nada del otro mundo. Lo recomiendo al 100%.

Además, podrías tachar lo de "ver ballenas" de la lista también, 2x1. Y quien dice ballenas, dice también focas, frailecillos, cabras y ovejas reinas de la carretera de esas que te gustaron tanto en tu viaje, etc.

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