¿Quién no ha oído hablar del sueño americano? El genuino ideal creado por EEUU y exportado allende los mares. El anhelo de muchas de las personas que en su día emigraron al país del rodeo y las grandes superficies comerciales para labrarse una vida mejor... Pero el sueño a veces puede convertirse en pesadilla y este doble filo se ha puesto de manifiesto en una de las más típicas prácticas estadounidenses: una demanda.
La historia comienza cuando Roy Pearson, un juez de Washington, llevó a arreglar sus pantalones favoritos a la tintorería del matrimonio Chung. Quería que estuvieran impecables para el día su primer día en el tribunal.
65 millones de dólares
Cuando fue a recogerlos, no estaban y, en vez de pedir la hoja de reclamaciones, Pearson decidió demandar a la pareja coreana por la astronómica cantidad de 65,5 millones de dólares. De esto hace ya dos años. El próximo mes de junio, un juzgado será quien incline la balanza a favor del sueño o de la pesadilla.
Dejando a un lado la catadura moral del demandante y sus razones para acometer el litigio "daños emocionales y malestar", sin duda se trata de una buena forma de rentabilizar unos pantalones que, por cierto, costaron 800 dólares. La polémica se ha desatado debido al origen humilde de la pareja de coreanos, pero Pearson no es, ni mucho menos, el primero que acude a la vía judicial para llenarse los bolsillos.
(http://www.eleconomista.es/economia/noticias/206817/05/07/Nueva-demanda-disparatada-en-EEUU-65-millones-por-perder-unos-pantalones.html)
Como encima gane...