Será mil veces mejor que un niño esté con una familia, sea de la orientación sexual que sea, que en una casa tutelada sin ningúna familia. Digo yo.
Según el argumento en contra, cualquier perjuicio posible derivado de la supuesta convivencia con homosexuales sería mil veces menor que las secuelas o estigmas derivados de la vivencia en casas de adopción/orfanatos etc.
No tiene sentido no dar en adopción por la condición sexual.