Hace tiempo que comprendo que en este país cargarse la actividad económica que genera el mundo del toro es muy problemático, y esa entiendo que es la razón principal para no abolir de una vez por todas esta tradición vergonzosa e inhumana que tenemos.
Pero que cojones, el bienestar de los animales debería valorarse en un plano superior al aspecto económico, ojalá algún partido político tenga el valor y la capacidad suficiente para remodelar ese mundo sin que las personas que vivan de él pierdan su sustento pero extinguiendo la tortura recreativa.