Al respecto sólo se han dibujado tablas y esquemas configurados en base a la opinión informal del que los hace y que son antes dignos de un meme que de un estudio académico.
Bromas aparte, ¿alguien tiene alguna noción verdadera de cual es el espectro político actual en este país?
La línea que atraviesa a todos los partidos es la del estatismo, evidentemente. Y diría que PP-PSOE no tienen ya ideología, sino que el conjunto de sus políticos constituyen un cuerpo de ambiciones personales y odios vulgares más propios de concurrentes habituales de bares de barrio que de la clase política idealista de la que debería de gozar cualquier país occidental.
Sólo en VOX y Unidas Podemos observo carácter ideológico. Habiendo este alcanzado en el segundo caso el rango de un dogma espiritualista casi gnóstico sostenido por una clase universitaria patética y ociosa que ha perdido cualquier contacto con las problemáticas sociales realmente existentes.
Y en lo que respecta a VOX, si bien su discurso político es claro en lo que a sus objetos de valor se refiere (catolicismo, anti-inmigracionismo, anti-secesionismo, el deseo de una reindustrialización nacional de carácter privado y la preservación de los despojos del antiguo régimen en España cristalizados en la estructura estatal durante el período franquista, representados en la Iglesia Católica, los mandos conservadores que aún perviven en las FCSE, las empresas alumbradas durante dicho período, y final y muy simbólicamente la Monarquía), lo cual nos permite obtener una imagen exotérica límpida al respecto, nada sé yo, por lo menos, de lo que respecta al supuesto carácter esóterico de aquellas insignias del que acusan a la formación desde otras posiciones del tablero político: un presunto entramado preñado de enemistad entre facciones que abogan por modelos esencialmente confrontados entre sí; a saber: falangismo, neo-franquismo (si es que tal cosa puede existir) y neo-liberalismo.
Para esclarecer, pues, esta confusión, ánimo a quien tenga algo que decir a que lo diga. Y si gracias a su más elevada perspectiva podemos vislumbrar mejor este campo de guerra que es el panorama político español, será de agradecer.