#10835 Sin acritud, pero sinceramente, Antonio Maestre no es precisamente un ejemplo de imparcialidad.
Al resto del foro, perdón de antemano por las pesadillas, vómitos y demás cagaleras que les pueda provocar la imagen.
#10836 Maestre es un referente, Ferreras lo trata como su "experto en extrema derecha" xdddd
Que ganitas de que explote la crisis en Españita con el PSOE y Podemos gobernando, 3º vez que de manera consecutiva un gobierno Socialista arruina el país y posteriormente elecciones adelantadas ganadas por un gobierno de mayoria absoluta PP-VOX #THEWETDREAM
#10837 ¿No era él el que se autoadjudicó ese título?
Si Ferreras realmente se lo cree me quedo mucho más tranquilo (Sarcasmo off y todo eso).
#10840 La prensa derechil española se está poniendo las botas últimamente para ver quién gana la competición de panfleto blanqueador de la ultraderecha. Con decirte que ahora mismo La Razón parece lo más moderado... xddd.
El Mundo, ABC y compañía están desatados últimamente y no hay quien los pare.
#10841 Perdona, pero la expresión "blanqueador" me parece un poco racista..
Y se nota mucho que eso de "y compañía" lo sueltas porque no conoces ninguno más que esos dos...
#10838 Mientras no reviente el PSOE y desaparezca no habrá dado este país un paso hacia delante. Ya lo dijo Luis del Pino en uno de sus editoriales este fin de semana.
El problema del PSOE no solo es que cada vez que gobierna el país se va a pique; sino que además como es un partido que se autoproclama como de izquierdas, no da oportunidad a que verdaderos partidos de izquierdas, que se preocupen por la sociedad y sepan hacer las cosas con conocimiento (a parte de no robar), pueden emerger.
Esto lo escribe Joaquín Estefanía, adjunto a la dirección de El País y nada sospechoso de ser de Ciudadanos
Reformar la Constitución para asegurar eficazmente los derechos sociales, elevándolos a derechos fundamentales; reforma integral del sistema tributario para mejorar su progresividad y eficacia, especialmente en la tributación de la riqueza; contra el capitalismo de amiguetes; la consolidación de las cuentas públicas no puede hacerse a costa de reducir aún más los niveles de bienestar de la gente, por lo que no se llevará a cabo ningún recorte del gasto social; además de un plan de choque por el empleo y la inserción laboral, se adoptarán medidas para recuperar el equilibrio en las relaciones laborales, reformando la negociación colectiva; etcétera. No se trata del preacuerdo al que llegaron la pasada semana el PSOE y Unidas Podemos, sino del que firmaron en febrero de 2016 el entonces líder de Ciudadanos, Albert Rivera, y el secretario general socialista Pedro Sánchez. Conviene repasar el contenido de aquel pacto “para un Gobierno reformista y progresista” y compararlo con el preacuerdo “para conformar un Gobierno progresista de coalición” entre Sánchez y Pablo Iglesias: al lado del primero, éste parece sellado en un convento de monjas. En él no se contempla, por ejemplo, ninguna reforma de la Constitución para integrar en ella, de modo ejecutivo, los derechos sociales de la gente, ni tampoco un cambio en el seno de la empresa para volver a dar más poder a los sindicatos en relación con el de los empresarios, etcétera. Quizá su punto más avanzado sea la consideración de la vivienda como derecho y no como mercancía y las buenas intenciones (por ahora, nada más que buenas intenciones) para convertir a España en un referente de la protección social en Europa, teniendo en cuenta que nuestro gasto social está muy por debajo de la media europea.
El decálogo publicado ahora, cuya aplicación debería durar una legislatura entera, no se corresponde con la hipérbole enfermiza de algunos medios de comunicación conservadores, continuamente amarilleando, o con las declaraciones, por ejemplo, de John de Zulueta, presidente del Círculo de Empresarios, la organización empresarial más derechista en sus opiniones y estudios (que dice “estar consternado”). Por el contrario, el preacuerdo parece conllevar la moderación que suele propiciar la llegada al poder. No se encuentra radicalidad en sus contenidos, sino, si acaso, dosis homeopáticas de socialdemocratización. La triple victoria del PSOE desde abril (generales, municipales y autonómicas y nuevamente generales) no parece haber activado las locomotoras del asalto a los cielos, sino las señas de identidad de la socialdemocracia. Siempre dentro del sistema.
Mientras se conoce qué significa para los firmantes “una reforma fiscal justa y progresiva que nos acerque a Europa” dentro de la responsabilidad fiscal de nuestro país en el Eurogrupo, o cómo se van a potenciar la educación, la sanidad y la dependencia, los sectores más castigados por la Gran Recesión, el preacuerdo ya tiene un aspecto positivo: significa un avance para acabar con esa extravagancia que es estar sin Gobierno. Para ello, Pedro y Pablo han seguido ese principio del boxeo trasladado a la política que es amarrarse al contrario para alcanzar algunos objetivos comunes. Manifestar una opinión rotunda precisa disponer de la memoria económica de la declaración de intenciones, y ese momento todavía no ha llegado. Por cierto, en el preacuerdo no hay ni una mención a las desigualdades de renta y de riqueza.
Da la sensación de que las principales cesiones de Unidas Podemos están en el apartado dedicado a garantizar la convivencia en Cataluña, que elimina la posibilidad de ejercer el derecho de autodeterminación y el referéndum de consulta; y en el del equilibrio presupuestario, que vigilará con mano de hierro la exdirectora general de la Comisión Europea y próxima vicepresidenta económica, Nadia Calviño. Las del PSOE, en el intervencionismo que se prevé en el mercado de vivienda (sobre todo en los alquileres) y en el hecho mismo de que haya tenido que renunciar al Gobierno monocolor y aceptar uno de coalición que tendrá que practicar el principio de no contradicción: una proposición y su negación no pueden ser ambas verdaderas al mismo tiempo y en el mismo sentido.
#10854 Y además lo dijo cuando era Candidato, no Pedro Sánchez post-candidato, así que no hay problema.
#10855 Es que, efectivamente eso lo dijo:
- Pedro Sánchez no pactando con Podemas
y no:
- Pedro Sánchez pactando con Podemas
#10804 ¿Ponías videos parecido cuando Rivera cambiaba de chaqueta cada semana al puro estilo Sánchez? ¿A quién le sorprende esto? Todos los partidos lo hacen y más después de la desaparición del bipartidismo.