Hubo un momento en Europa en el ke se puso muy de moda ponerle matriculas de honor a la raza de uno en decrépito de otras, se sabe de diversos genocidios ke ocurrieron, no sólo en Europa para 'preservar' la raza. Como mayor exponente de esta 'limpieza' tenemos al famoso y odiado Hitler. Él tuvo un pasmoso éxito en su cruzada, llevándose con el a millones de seres ke diferían de las caracteristicas esenciales ke un ser humano debe poseer.
Bien, lo ke acabó ejecutando se encontraba a medias reflejado en su famosa y maldita obra Mein Kampf
(Mi lucha)... Otros, tuvieron ideas AFINES, pero la ?mala suerte? o gestión y otros factores ambientales les impidieron lograr sus planes.
http://resistenci.iespana.es/pedos.htm
Comparemos el "Mein Kampf" de Hitler con las ideas "sabinianas".
Para que veáis las similitudes entre Hitler y Sabino ( fundador e inspiración del P.N.V.), os propongo que leáis estas comparaciones:
"1) Los extranjeros podrán establecerse en Bizkaya bajo la tutela de sus respectivos cónsules; pero no podrán naturalizarse en la misma. Respecto de los españoles, las Juntas Generales acordarán si habrían de ser expulsados, no autorizándoseles en los primeros años de independencia la entrada en territorio bizkaino, a fin de borrar más fácilmente toda huella que en el carácter, en las costumbres y en el idioma hubiera dejado su dominación.
2) La ciudadanía bizkaina pertenecerá por derecho natural y tradicional a las familias originarias de Bizkaya, y en general a las de raza euskeriana, por efecto de la confederación; y, por cesión del poder (Juntas Generales) constituido por aquéllas y éstas, y con las restricciones jurídicas y territoriales que señalara, a las familias mestizas euskeriano-extranjeras". "Si nos dieran a elegir entre una Bizkaya poblada de maketos que sólo hablasen Euzkera y una Bizkaya poblada de bizkainos que sólo hablasen el castellano, escogeríamos sin dubitar esta segunda, porque es preferible la sustancia bizkaina con accidentes exóticos que pudieran eliminarse y sustituirse por los naturales, a una sustancia exótica con propiedades bizkainas que nunca podrán cambiarla."
Sabino Arana, fundador del Partido Nacionalista Vasco.
"... Nadie, fuera de los miembros de la nación, podrá ser ciudadano del estado. Nadie, fuera de aquellos por cuyas venas circule la sangre alemana, sea cual fuese su credo religioso, podrá ser miembro de la nación. Por consiguiente, ningún judío será miembro de la nación. Quien no sea ciudadano
del estado, sólo residirá en Alemania como huésped y será como sujeto a leyes extranjeras. (...) Hay que impedir toda inmigración no alemana Exigimos que se obligue a todo no ario llegado a Alemania a partir de 2 de Agosto de 1.914 a abandonar inmediatamente el territorio nacional. (...) En el caso de cada "súbdito del Estado", habrá de examinarse la raza y la nacionalidad."
Mein Kampf. Adolf Hitler.
"La fisonomía del bizkaino es inteligente y noble; la del español, inexpresiva y adusta. El bizkaino es de andar apuesto y varonil; el español, o no sabe andar (ejemplo, los quintos) o si es apuesto es tipo femenil (ejemplo, el torero). El bizkaino es nervudo y ágil; el español es flojo y torpe. El bizkaino es inteligente y hábil para toda clase de trabajos; el español es corto de inteligencia y carece de maña para los trabajos más sencillos. Preguntádselo a cualquier contratista de obras y sabréis que un bizcaino hace en igual tiempo tanto como tres maketos juntos. El bizkaino es laborioso (ved labradas sus montañas hasta la cumbre); el español, perezoso y vago (contemplad sus inmensas llanuras desprovistas en absoluto de vegetación). El bizkaino es emprendedor (leed la historia y miradlo hoy ocupando elevados y considerados puestos en todas partes... menos en su patria); el español nada emprende, a nada se atreve, para nada vale (examinad el estado de las colonias). El bizkaino no vale para servir, ha nacido para ser señor ("etxejaun"); el español no ha nacido más que para ser vasallo y siervo (pulsad la empleomanía dentro de España, y si vais fuera de ella le veréis ejerciendo los oficios más humildes). El bizkaino degenera en carácter si roza con el extraño; el español necesita de cuando en cuando una invasión extranjera que lo civilice. El bizkaino es caritativo aun para sus enemigos (que lo digan los lisiados españoles que atestan las romerías del interior y mendigan de caserío en caserío); el español es avaro aun para sus hermanos (testigo, Santander cuando pidió auxilio a las ciudades españolas en la consabida catástrofes). El bizkaino es digno, a veces con exceso, y si cae en la indigencia, capaz de dejarse morir de hambre antes de pedir limosna (preguntádselo a las Conferencias de San Vicente de Paúl); el español es bajo hasta el colmo, y aunque se encuentre sano, prefiere vivir a cuenta del prójimo antes que trabajar (contad, si podéis, los millares de mendigos de profesión que hay en España y sumidlos con los que anualmente nos envían a Euskeria). Interrogad al bizkaino qué es lo que quiere y os dirá "trabajo el día laborable e iglesia y tamboril el día festivo"; haced lo mismo con los españoles y os contestarán pan y toros un día y otro también, cubierto por el manto azul de su puro cielo y calentado al ardiente sol de Marruecos y España. Ved un baile bizkaino presidido por las autoridades eclesiásticas y civil y sentiréis regocijarse el ánimo al son del "txistu", la alboka o la dulzaina y al ver unidos en admirable consorcio el más sencillo candor y la loca más alegría; presenciad un baile español y si nos acusa náuseas el liviano, asqueroso y cínico abrazo de los dos sexos queda acreditada la robustez de vuestro estómago, pero decidnos luego si os ha divertido el espectáculo o más bien os ha producido hastío y tristeza. En romerías de bizkainos rara vez ocurren riñas, y si acaso se inicia alguna reyerta, oiréis sonar una media docena de puñetazos y todo concluido; asistid a una romería española y si no veis brillar la traidora navaja y enrojecerse el suelo, seguros podéis estar de que aquel día el sol ha salido por el Oeste. El aseo del bizkaino es proverbial (recordad que, cuando en la última guerra andaban hasta por Nabarra, ninguna semana les faltaba la muda interior completa que sus madres o hermanas les llevaban recorriendo a pie la distancia); el español apenas se lava una vez en su vida y se muda una vez al año. La familia bizkaina atiende más a la alimentación que al vestido, que aunque limpio siempre es modesto; id a España y veréis familias cuyas hijas no comen en casa más que cebolla, pimientos y tomate crudo, pero en la calle visten sombrero, si bien su ropa interior es "peor menealla". El bizkaino que vive en las montañas, que es el verdadero bizkaino es, por natural carácter, religioso (asistid a una misa por aldea apartada y quedaréis edificados); el español que habita lejos de las poblaciones, o es fanático o es impío (ejemplo de los primeros en cualquier región española; de lo segundo entre los bandidos andaluces, que usan escapulario, y de lo tercero aquí en Bizcaya, en Sestao donde todos los españoles, que no son pocos son librepensadores). Oidle hablar a un bizkaino y escuchareis la más eufónica, moral y culta de las lenguas; oidle a un español y si solo le oís rebuznar podéis estar satisfechos, pues el asno no profiere voces indecentes ni blasfemias. El bizkaino es amante de su familia y su hogar (cuanto a lo primero, sabido es que el adulterio es muy raro en familias no inficionadas de la influencia maketa, esto es, en las familias genuinamente bizkainas; y cuanto a lo segundo, si el bizkaino por su carácter emprendedor se ausenta de su hogar no le pasa día en que no suspire por volver a él); entre los españoles, el adulterio es frecuente así en las clases elevadas como en las humildes, y la afección al hogar es en estas últimas nula porque no la tienen. Por último según la estadística, el noventa y cinco por ciento de los crímenes que se perpetran en Bizkaya se deben a mano española, y de cuatro de los cinco restantes son españoles bizkainos españolizados. Decid, pues, ahora si el bizkaino es español por su tipo, carácter y costumbres".
Sabino Arana, fundador del Partido Nacionalista Vasco. "¿Qué somos?".Obras
completas. Editorial Sabindiar-Batza. Buenos Aires. 1.965. Páginas 627 y
628.
"Mas la senda que el ario debió pisar estaba trazada con nitidez. Como conquistador destronó a los hombres inferiores, quienes trabajaron desde entonces bajo su dirección, con arreglo a su voluntad y para la satisfacción de sus propósitos. (...) El antípoda del ario es el judío.(...) Nada mueve al judío fuera del más puro interés personal.(...) Porque sea cual fuere la cultura que el judío aparente poseer, ésta será hoy en lo principal, propiedad de otros pueblos, corrompida, eso sí, gracias a sus manejos.(...) Para poder continuar subsistiendo como un parásito dentro de la nación, el judío necesita consagrarse a la tarea de negar su propia naturaleza íntima.(...) La ignorancia exhibida por las muchedumbres con respecto a la verdadera naturaleza del judío, convierte al pueblo en fácil víctima de esta judaica campaña de mentiras".
Mein Kampf. Adolf Hitler.
"Les aterra el oír que a los maestros maketos se les debe despachar de los pueblos a pedradas. ¡Ah, la gente amiga de la paz...! Es la más digna del odio de los patriotas. " "El roce de nuestro pueblo con el español causa inmediata y necesariamente en nuestra raza ignorancia y extravío de inteligencia, debilidad y corrupción de corazón, apartamiento total, en una palabra, del fin de toda humana sociedad. Y muerto y descompuesto así el carácter moral de nuestro pueblo, ¿qué le importa ya de sus caracteres físicos y políticos?"
Sabino Arana, fundador del Partido Nacionalista Vasco.
"Cuando la raza aria se mezcló con la de otros pueblos inferiores, la consecuencia fue la destrucción de la raza portaestandarte de la cultura. (...) El ario renunció a la pureza de su sangre y con ello a permanecer en el edén que haba creado para sí mismo. Anegóse en la confusión de las razas y fue perdiendo paulatinamente su capacidad civilizadora hasta que acabó pareciéndose, tanto en la mente como en el cuerpo, mucho más que sus antepasados a la raza aborigen primitivamente subyugada.(...) La mezcla de la sangre y el menoscabo del nivel racial que le es inherente constituyen la única y exclusiva razón del hundimiento de antiguas civilizaciones.(...) La pérdida de la pureza racial frustra por siempre el destino de una raza.(...) Desde el momento en que la nacionalidad o, por mejor decir, la raza, no es una cuestión de idioma sino de sangre, sólo será posible hablar de germanización si el proceso pudiese alterar la naturaleza de la sangre de la persona a él sometida.(...) La historia nos demuestra que lo verdaderamente provechoso fue la germanización de la tierra, conquistada por nuestros antepasados por medio de la espada y colonizada por agricultores alemanes. Cada vez que se ha introducido sangre extraña en el cuerpo de nuestra nación, hemos sufrido sus desdichados efectos, consistentes en quebrantar nuestro carácter nacional.(...) Todo cruzamiento de razas provoca tarde o temprano la decadencia del producto híbrido mientras el elemento superior del cruzamiento sobreviva en puridad racial."
Mein Kampf. Adolf Hitler.
" Si a esa nación latina la viésemos despedazada por una conflagración intestina o una guerra internacional, nosotros lo celebraríamos con fruición y verdadero júbilo, así como pesaría sobre nosotros como la mayor de las desdichas, como agobia y aflige al ánimo del náufrago el no divisar en el horizonte ni costa ni embarcación, el que España prosperara y se engrandeciera."
Sabino Arana, fundador del Partido Nacionalista Vasco.
Imaginemos ahora, ke se invirtiesen las tornas, y las 'nacionalidades' y territorio y situación politika, y España fuera así de pekeñita, reivindikando algo, y el 'Pais Vasco' fuese el territorio español, soportando a los pesados de los maketos...