Expediente X Español

Altoresso

Esta historia no solo es verídica sino que se puede rastrear en la prensa local de Madrid (La Gaceta Madrileña 19 y 20 de Agosto 1937 y varios informes desclasificados del CNI: compendio RDL 134/1999) y posee gran interés pues sigue sin resolver. Además tengo antepasados que vivieron buena parte de los hechos:

En un pequeño poblado cerca de una represa del Jarama, conocido como Valdetorres, vivían unas doscientas almas, ganaderos y agricultores.
Cuando estalló el enfrentamiento civil, el Teniente Cáceres, organizó por su cuenta una leva franquista y se llevó a todos los hombres de catorce a sesenta años. Mal equipados y sin adiestramiento los sometió a una loca cacería hacia el frente norte.

En el pueblo quedaron las mujeres y los niños y un par de viejos. Entre los que permanecieron estaba mi bisabuela Conchita.
En el agosto más cruel del siglo comenzaron a ocurrir extrañezas, animales que aparecían muertos por las calles, descuartizados, fuertes dolores de cabeza colectivos, el agua adquirió un color bermejo y corría turbia.

La mujer del alcalde y un sacristán retirado se colocaron al frente y se inició una investigación y se envió a la capital un requerimiento de ayuda.
Fue desestimado varias veces por "carecer de entidad para involucrar a la autoridad".
Una tarde los niños volvieron asustados, interrumpieron sus juegos y no volvieron a salir de sus casas en semanas. Relataban la visión de un horrible jabalí gigante que andaba sobre dos patas.
Había quedado un jovenzuelo de veinte años, mecánico, que no se había enganchado en la leva por tener una pierna rota.

Se llamaba Mauricio y era sobrino de mi bisabuela.

Las mujer del alcalde le dio una escopeta de dos cañones y lo puso en la plaza a hacer guardia, el pobre no componía mucha fuerza pero les daba sensación de seguridad.

Pocos días después de comenzar su guardia se escuchó una detonación y salieron los vecinos a la plaza de la iglesia para encontrar a Mauricio con los sesos repartidos por los adoquines.
Entonces acudió una pareja de guardias civiles.
El sacristán refirió que en sus paseos matutinos había visto a un hombre extranjero, con una mirada siniestra, su aspecto con la cara pulcramente afeitada, recordaba al de un alemán de pura cepa.

Cómo todas las calamidades eran pocas de pronto y sin sentido quedaron embarazadas unas diez jovenes del pueblo, que entre lágrimas y gritos aseguraban no haber yacido con hombre jamás.
El asunto se escaló y mandaron a un secretario del ministerio del interior, un hombre tremendamente obeso que llegó en taxi desde la capital por los polvorientos caminos.
Se llamaba Felipe Astorga. Y vino acompañado de una pequeña representación militar pues la pareja de guardia civiles que llevaban de ronda unas semanas fue hallada muerta en un sendero penumbroso, con los cuerpos llenos de cortes y mucha sangre, desgarros y heridas profundas que no tenían explicación.

Todo el mundo recuerda ver a Felipe, que estaba francamente gordo, enfundado su traje negro, oficial, renqueando por las calles agotado, haciendo preguntas, tomando notas.
Los militares se hospedaron en el ayuntamiento y se la pasaron fumando y bebiendo y molestando a las jovencitas, al punto que Felipe hubo de llamarlos a capitulo, con la amenaza de empapelarlos.

Mientras tanto la guerra alcanzaba su punto más feroz con lo que muy a su pesar, hubo Felipe de volver a la capital, requerido por el delegado del ministerio. Muy a su pesar pues se había prendado de una viuda, llamada Ángeles.
Montados en el viejo camión que los llevaba de vuelta, iba Felipe rumiando sus emociones hacia Ángeles, cuando una sombra fugaz cruzó el esotérico campo del rabillo de sus ojos.

Gritó y detuvieron el camión con un frenazo.

Mandó a internarse a los soldados, que nerviosos corrían entre la maleza persiguiendo un movimiento pesado que se escapaba entre los arboles.
Felipe se turbó al oír varios disparos de rifle y un fragor de gritos histéricos seguido un horrible silencio.
Se secó el sudor de la frente con el pañuelo, concentrado en captar algún indicio de los soldados cuando una voz le sobresaltó por la espalda:

  • Her Camarada.- dijo una voz metálica.
    Fin de la primera parte.
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Marlaix

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DiVerTiMiX

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Pelunarez

Se te podrán decir muchas cosas, pero no se te puede decir que no haces aportes al foro. Eso está claro.

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H

#7 Incapaz de CREAR, CREES que estás por encima de esta trepidante historia. Así lo creyó también Mauricio, quien presa de su valentía termino feneciendo. Cuidado. Vigila el sigilo 13:42 a las 18:18 del día 6 del octavo mes. Ya estás advertido.

T

Después de ese sorprendente encuentro en el campo, donde Felipe se vio enfrentando una figura desconocida, se recompuso rápidamente. Sabía que debía actuar con rapidez y determinación. A medida que el silencio se asentaba en el aire, Felipe se armó con el rifle que llevaban en el camión y avanzó con cautela hacia donde había escuchado los disparos y los gritos.

Siguiendo las huellas y rastros dejados por los soldados en su persecución, Felipe avanzó entre la espesura del bosque. Los árboles parecían susurrar secretos ancestrales mientras el viento agitaba sus hojas. La tensión crecía con cada paso que daba, y la figura del ser metálico que había cruzado su camino seguía rondando sus pensamientos.

Después de unos minutos de búsqueda, Felipe llegó a un claro en el bosque. Allí encontró a los soldados, aún visiblemente perturbados por lo que habían presenciado. Al acercarse, pudo ver que habían herido al ser metálico, quien yacía en el suelo con partes de su armadura destrozada. A medida que se aproximaba, pudo observar mejor la apariencia de esta criatura. Parecía una amalgama entre máquina y ser humano, con partes de su cuerpo reemplazadas por implantes metálicos y cables retorcidos.

Felipe se armó de valor y se acercó lentamente a la criatura, sin bajar su rifle. El ser metálico levantó la cabeza, sus ojos brillaban con una extraña luz. Sin embargo, en lugar de hostilidad, Felipe pudo percibir una especie de súplica en su mirada. A medida que el ser intentaba hablar, emitió sonidos metálicos y entrecortados.

Después de unos momentos de comunicación confusa, Felipe comenzó a entender las palabras del ser metálico. Resultó que era una entidad de otro lugar, un ser tecnológico que había llegado a la Tierra en busca de refugio. Había quedado atrapado en medio de la guerra y había estado buscando la forma de regresar a su hogar.

La criatura le explicó a Felipe que los fenómenos extraños que habían estado ocurriendo en Valdetorres eran resultado de sus intentos fallidos de comunicarse con su nave madre, lo que había causado perturbaciones en la naturaleza y en los animales. Además, había sido malinterpretado como una amenaza por los habitantes del pueblo, lo que resultó en su persecución.

Conmovido por la historia del ser metálico y deseando poner fin a la situación, Felipe decidió ayudarle. Utilizando su conocimiento sobre electrónica y tecnología, trabajó junto con la criatura para reparar sus implantes dañados y restaurar su capacidad de comunicación con su nave.

Después de días de trabajo arduo y colaboración, finalmente lograron restaurar la comunicación. La nave madre del ser metálico llegó a la Tierra y lo recogió, agradeciendo a Felipe por su valentía y compasión. Antes de partir, el ser metálico le entregó a Felipe un pequeño dispositivo que podría usarse en caso de necesidad.

Con el regreso de la criatura a su hogar, los fenómenos extraños en Valdetorres cesaron gradualmente. Felipe había logrado resolver el misterio y, con su acto de coraje y empatía, se ganó el respeto y la admiración de los habitantes del pueblo. Poco a poco, el lugar recuperó la tranquilidad que una vez había conocido.

La experiencia cambió a Felipe de manera profunda. Continuó viviendo en Valdetorres, pero su historia se convirtió en una leyenda local, recordando a todos la importancia de la compasión y la valentía en tiempos difíciles

Fin del relato.

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pankofanto

Sois unos cabrones, no está mal xD

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Yuke

Fin de la primera parte.

Pues por la fuerza de jesucristo espero que no haya más, menuda chapa sin imágenes.

NigthWolf

Aqui te dejo otro

Los hechos sucedieron, siempre en boca de su testigo, de la siguiente manera: al ser jubilado, paseaba a menudo por la naturaleza cercana a donde reside, y siempre lo hacía en unas direcciones concretas. En el caso de la que nos ocupa, incluso habilitó una piedra bajo una frondosa encina donde poder hacer escala para descansar y, posteriormente, emprender el camino de vuelta. Pero ese fatídico día algo rompió su rutina, ya que observó en la distancia un curioso objeto que parecía estar posado junto a una torre de electricidad y al que, parece, le acompañaba un extraño olor parecido a la quema de carburo a la par que un extraño pero lento sonido.

Pensó para su tranquilidad que se trataba de un contenedor usado para labores campestres por parte de las autoridades, pero destacaban una especie de ventanas con forma de «ojo de buey». Cuando observó con más detalle aquella visión, se percató que el «contenedor» no tocaba el suelo, además de su extraña forma de campana. Los símbolos que mostraba tampoco correspondían con nada gubernamental, ya que eran una especie de 'palos y redondeles'. Y lo peor eran unos extraños cables negros que salían de la parte superior, y se conectaban a la citada torre de alta tensión. Eso ya no cuadraba con ningún argumento que lanzaba su consciente para tranquilizarlo.

Lo peor estaba por llegar; al parecer observó cómo tres humanoides deambulaban alrededor de ese curioso artefacto, de unos 1,70 metros de estatura y parecían ser dos hombres y una mujer. No pudo ver por dónde salieron del aparato, ni tampoco podía imaginar qué tipo de indumentaria llevaban, siendo esta muy ajustada y de color plateado intenso, reflectando la luz del sol. En ese momento, pudo ver con detalle sus caras, mostrando éstas rasgos parecidos a los asiáticos, la tez blanquecina y los pómulos extrañamente dispuestos. Las manos tenían cinco dedos y los guantes cubrían la extraña largura de estos. Instantes después de permanecer impávido ante esa visión sentiría un golpe en el pecho que le obligó a mirar la causa del mismo, coincidiendo con que la mujer le señaló, llamando la atención así a los otros dos acompañantes. Aquellos seres, como manifestó, no eran del ICONA.

En cuanto sus piernas le respondieron, se alejó con premura del lugar, dejando allí a esos seres haciendo lo que estuvieran haciendo. No escuchó en ningún momento palabra alguna, aunque asegura que dentro de su mente oía las conversaciones de alguien que no adivinaba a comprender. Se paró unos instantes para poder comprender aquello, pero ante la mayor cantidad de extrañas voces, volvió a enfilar los pasos hacia su casa. La curiosidad hizo que volviera a parar, a pesar de todo lo extraño que estaba viviendo.

https://sevilla.abc.es/andalucia/jaen/misterios-abc-impresionante-ovni-villares-20221113133647-nts.html

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s3niK

Ahora ya ni son tuyas? las copias y pegas tal cual, menudo embuste amigo @Altoresso que briaz decepción!

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granaino127

Recordar que en OT hay una norma sobre “no responder a un hilo para decir que es una mierda simplemente”.

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