nquietud en la Policía ante la avalancha de musulmanes que pretenden ser agentes
El sindicato CEP teme que islamistas radicales accedan al Cuerpo tras detectar más de 400 solicitudes de ingreso de jóvenes de Ceuta y Melilla  Pide que los tribunales endurezcan la criba para excluir a posibles yihadistas
Veinte agentes de Policía musulmanes trabajan en Ceuta
MADRID- La Confederación Española de Policía (CEP) ha solicitado que se impida el ingreso en el Cuerpo Nacional de Policía de cualquier joven español del que exista alguna prueba de simpatía, proximidad o pertenencia a opciones religiosas extremistas, especialmente si es residente en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. La petición la registró en el Ministerio del Interior el pasado día 19 y será planteada en el Consejo de Policía, un órgano con representación paritaria de la Administración y de los miembros del cuerpo.
La intención de este sindicato es que se establezca un protocolo de tal manera que los miembros del tribunal opositor que examina a los futuros agentes tengan informaciones oficiales que les permitan despejar cualquier sospecha hacia los futuros aspirantes sobre su posible pertenencia a movimientos radicales islamistas en el momento de someterse a la prueba de la entrevista personal.
La propuesta especifica, incluso, cómo deben ser los informes de los que deben disponer los examinadores: los que figuren en los archivos de las Comisarías de Policía de Ceuta y Melilla sobre los opositores de estas ciudades, los que obren en los Estados Mayores de las Comandancias Militares de ambos puntos y los que obren en las comandancias de la Guardia Civil.
Prevención
El sindicato policial teme que «jóvenes españoles radicales o salafistas puedan ir accediendo poco a poco a unidades administrativas de la función pública cuyo cometido es, precisamente, velar por el cumplimiento de una normativa que contraviene esos principios radicales, lo que pone bajo sospecha al resto de funcionarios de cualquier confesión», dice el escrito.
La intención de esta criba de futuros agentes no es otra que la de «salvaguardar la imagen y el buen hacer de todos los integrantes del Cuerpo Nacional de Policía, independientemente de sus opciones religiosas, habida cuenta de que existen decenas de funcionarios de diferentes confesiones que cuentan con toda la confianza de sus responsables administrativos».
La CEP se ha planteado llevar al Consejo de Policía esta petición después de comprobar que 434 solicitudes, de las 5.550 plazas de la última convocatoria publicada en el BOE el pasado 5 de junio y que sigue en curso, eran de jóvenes que profesan la religión musulmana (lo que representa más del 8 por ciento) y principalmente provenían de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, una circunstancia en la que, hasta ahora, no se había reparado.
Informaciones
El sindicato basa, además, su petición en las inquietantes informaciones que, a su juicio, han aparecido durante los últimos meses en varios medios de comunicación relativas a las ciudades autónomas, donde «se vienen produciendo desde hace tiempo una serie de acontecimientos insólitos». El documento pone como ejemplos el que se tuviera conocimiento de que jóvenes españoles de Ceuta participaran en los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos; el hecho de que recientemente se descubriera que un grupo radical islámico tuviera la intención de asaltar un polvorín militar de Ceuta para iniciar una campaña terrorista. A estas circunstancias «estremecedoras», añade que se tenga conocimiento de que «los integrantes de estos grupos islámicos no son extranjeros, sino jóvenes de nacionalidad española de religión mahometana que residen en la Ciudad Autónoma.
Su argumentación es aún mucho más larga: recuerda que un grupo de jóvenes soldados profesionales estando de uniforme reglamentario y en el interior de un acuartelamiento militar de Ceuta llegaron a quemar una fotografía oficial del Rey de España el pasado 14 de diciembre, lo grabaron en vídeo y colgaron la filmación en una página web.
Incluso hace alusión a «Hamed», (el talibán español) de 29 años, que «se ha convertido en una especie de mesías y en las playas de Ceuta cuenta sus historias a los jóvenes inexpertos que le escuchan, convirtiéndose en un modelo a seguir por docenas de jóvenes españoles de religión musulmana que residen en la ciudad».
Polémica en el Ejército
En el Ejército, también ha sido motivo de polémica el ingreso de musulmanes. Esta semana se supo que diez soldados ceutíes de esta confesión religiosa habían llevado ante el juez su expulsión del Ejército después de que se alegara que existían «informes reservados del Estado Mayor» que así lo aconsejaban. El ministro del Defensa, José Antonio Alonso, negó hace unos días que exista preocupación por el aumento de militares musulmanes en el Ejército.
La llegada de musulmanes a los cuerpos de seguridad está generando tensiones no sólo en España, sino en muchos otros países. Sin ir más lejos, en Gran Bretaña, una recluta de la Policía de origen musulmán ha desencadenado un nuevo debate por su negativa a estrechar la mano del jefe de Scotland Yard porque, según argumentó, se lo prohíbe su religión. La joven, que cubría su cabeza con un velo, se negó también a ser fotografiada con su jefe para que no se utilizase su imagen con fines propagandísticos. Algunos jefes creen que tal actitud podría convertirse en un obstáculo si tiene que detener a un varón, pero también temen el escándalo que motivaría un posible despido, informa Efe.
Tahir Butt, portavoz de la Asociación de Policías Musulmanes, expresó su apoyo a la actitud de su colega y dijo que sus acciones «muestran firmeza de carácter, desafían las normas sociales y educan a otros».