#62 pero es que no tengo que experimentar nada. Es muy simple. Los espíritus, fantasmas, almas, el más allá... No existen.
Está comprobado que una vez que el cerebro muere todo rastro de conciencia de esa persona desaparece. Punto. Se acabó. Ya no está más entre nosotros. Y no, no hay otro plano de existencia en el que el alma puede estar esperando a que los otros familiares den "el salto".
Para que lo que tu dices fuese cierto tendría que ser demostrable de alguna manera; imagina ponerte sensores térmicos alrededor del cuerpo, de gran precisión, con los que se pudiera registrar al entrar en ese estado de relajación que efectivamente se producen cambios de temperatura a tu alrededor, y que eso te produce escalofríos, todo lo demás que describes está solo en tu cabeza, y afirmarlo y defenderlo como lo estás haciendo es tan insostenible como ponerme yo ahora a defender que si cojo una espumadera con la mano derecha, el mando a distancia de la tele con la izquierda, me saco la chorra y me la sujeto con la espumadera y el mando, puedo invocar a Satán. Que ninguno lo veréis, sólo yo, pero que notaré una sensación cálida por la espalda y que al día siguiente tendré una mala leche digna del mismo Lucifer.
Ridículo ¿verdad? Pues lo tuyo es igual.
Todo lo que experimentas es sugestión causada por ti mismo y necesidad de creer que aún puedes mantener cierto contacto con tu padre. Nada de ello es real, por tanto lo lógico es que seamos nosotros los que te digamos que demuestres algo que va en contra de todas las leyes físicas, no tu quienes nos digas a nosotros que hablamos sin saber porque no hemos experimentado algo que sólo está en tu cabeza.
Demuestrame tu que los unicornios no existen, porque yo anoche vi uno cuando fui a bajar la basura.