Prefiero que se me tache de islamofobo a tener un estercolero como Bélgica o Francia donde está el problema de guetos y de un terrorismo religioso separatista.
El discurso globalistas y liberal de la igualdad queda muy bien para el empresario y el progre que vive en barrios con seguridad. Pero los obreros que tienen que hacer malabares para que no los apuñalen o les pongan una bomba en un autobús es distinto.
Seamos sinceros, no se trata de color de piel ni nada, se trata de que un marroquí tiene todas las papeletas de terminar siendo salafista. No lo digo yo, lo dice la estadística sobre cómo una minoría encabeza tantos delitos.