Más del 80% de las casas terreras en España tienen problemas de humedad

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Y no sólo en las casas de planta única, sino en los edificios también. Ocurre que los pisos bajos tienen problemas de humedades en los muros, y suelen manifestarse éstas en forma de descascarillamientos de la pintura, o bien manchas de moho. Vienen acompañados estos problemas de olor a humedad sobre todo en época de lluvias. Dicho olor procede del suelo y son imposibles de resolver si la casa se construyó a ras del suelo.

Pero las humedades no sólo son un problema estético. Lo es también de salubridad. La humedad atrae a microorganismos patógenos e insectos (grillos, cucarachas o escolopendras) que pueden provocarnos infecciones, enfermedades crónicas y alergias. En definitiva, un medio ambiente cargado que dista mucho de ser bueno para nuestra salud.

Por eso los habitantes de dichas casas recurren al clásico revestimiento de las paredes con madera o láminas de plástico de un metro de altura desde el suelo. No sólo es para que quede bonito, sino para tapar las manchas de humedad que aparecen de forma inevitable. A veces también se recurre al alicatado.

Todo esto parte de un error de origen, y es que en España se llevan haciendo las cosas mal desde tiempos de Almanzor. Quizás sea por nuestra tradición de los pueblos árabes de Al Ándalus, quienes construían las casas a pie de terreno porque allá en las zonas más cálidas no existía humedad procedente del subsuelo. Esa tradición se ha continuado hasta los tiempos actuales, y parece que no hemos aprendido que lo que es válido para zonas cálidas, con una pluviosidad mínima, no lo es para terrenos con un grado de humedad mayor, y donde el agua del subsuelo está más próxima a la superficie.

En concreto, las dos Castillas y Andalucía están plagadas de pueblos donde sus viviendas se asientan sobre el terreno, teniendo todas ellas el problema de las dichosas humedades.

La humedad fluye desde el suelo por capilaridad.

Porque este problema lo solucionaron nuestros vecinos del norte desde tiempos de los vikingos. ¿Alguna vez te has preguntado por qué las casas de madera se montan sobre vigas, dejando bajo el suelo una cámara de aire? Pues es precisamente para evitar la humedad del suelo que sube hacia arriba por capilaridad.

Esto lo descubrieron los primeros agricultores de zonas húmedas, quienes observaban que sus cosechas se pudrían cuando se almacenaban a ras de suelo. Y un día por casualidad alguien observó que dejando esta mercancía en un piso elevado no padecía este deterioro. Fue entonces cuando se comenzaron a construir almacenes como los típicos hórreos de Galicia y Asturias.

La solución pasa por construir sobre una plataforma bajo la cual exista una cámara de aire.

Para construir una vivienda y no tener problemas de humedad, ni en paredes ni en el suelo, ni en forma de un olor constante a moho, nada tan fácil como crear una cimentación que se sustente sobre una plataforma elevada. Es todo un clásico en las construcciones de madera, pero también se puede y debe aplicar sobre edificaciones de obra.

Ésta plataforma puede resolverse fácilmente con una cuadrícula de puntos de sustentación sobre las cuales se monten vigas verticales de no más de medio metro. Se montan a su vez sobre estos puntos un sistema de vigas horizontales, y sobre ellas se cruzan varias traviesas que servirán para colocar las bovedillas o rasillones. Posteriormente pones un mallazo que dé sustentación a la superficie. Si no pones mallazo corres el peligro de que el peso de la superficie rompa los rasillones y que un día pisando se te hunda el suelo bajo tus pies.

El resultado final será una casa bajo la cual exista una cámara de aire, que a su vez viene muy bien para tener a la vista los tubos de desagüe, o servir como zona de tránsito de tuberías de agua, electricidad y tubos de calefacción.

Una vez tengas esta plataforma de sustentación ya puedes construir el resto del edificio, sin peligro de que en un futuro te aparezcan las dichosas humedades.

Quizás lo que más me sorprende es muchas de de casas terreras que se construyeron a pie de terreno fueron realizadas a partir de proyectos donde necesariamente tuvo que intervenir un arquitecto ¿Acaso estos señores, quienes se les supone expertos en lo suyo, no eran conscientes de este problema de la humedad freática?

¿Alguna vez te preguntaste por qué las primeras plantas se elevan varios centímetros sobre el suelo? Además de para evitar la entrada de agua cuando las lluvias son copiosas, es para evitar la humedad del subsuelo. Los bajos suelen aprovecharse para construir sótanos. Esos padecerán humedad siempre, salvo que a su vez se sustenten sobre una cámara de aire.

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visent666

Gracias por la aportación

Doest

Todo esto parte de un error de origen, y es que en España se llevan haciendo las cosas mal desde tiempos de Almanzor. Quizás sea por nuestra tradición de los pueblos árabes de Al Ándalus, quienes construían las casas a pie de terreno porque allá en las zonas más cálidas no existía humedad procedente del subsuelo. Esa tradición se ha continuado hasta los tiempos actuales, y parece que no hemos aprendido que lo que es válido para zonas cálidas, con una pluviosidad mínima, no lo es para terrenos con un grado de humedad mayor, y donde el agua del subsuelo está más próxima a la superficie.

No. Simplemente en la época de tus bisabuelos o abuelos las casas fueran de piso único o en bloque se hacían "arreu" o "a la virulé" y hoy día nos hacemos los sorprendidos por:

  • Escaleras con altura y pie irregular.
  • Rara distribución en el diseño de la escalera.
  • Casa por dentro con techos de 2,5 hasta 3,5 metros.
  • Panel térmico de la casa con 1 o 2 interruptores.
  • Instalación eléctrica mal aislada, empalmada y puenteada.

Habrán bastantes mas cosas que me dejó en el tintero pero esto ha pasado simplemente porque a nivel urbanístico se hacían las cosas sin normalizar y te lo hacían Manolo y Benito que tenían licencia para edificar por ser del gremio de la urbanización de turno al ser hijos de...

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Sinso

Quizás lo que más me sorprende es muchas de de casas terreras que se construyeron a pie de terreno fueron realizadas a partir de proyectos donde necesariamente tuvo que intervenir un arquitecto ¿Acaso estos señores, quienes se les supone expertos en lo suyo, no eran conscientes de este problema de la humedad freática?

Todas esas casas tienen ese problema exactamente porque se construian sin arquitectos de por medio. Las hacían los ñapas de los pueblos que sabían hacer cemento y colocar ladrillos, y se hacían sobre el suelo por una razón muy sencilla. Porque así es infinitamente más fácil hacerla.

Cuando han empezado a intervenir los arquitectos es cuando existen ese tipo de casas sin humedad.

La humedad de los sótanos no depende de hacerles cámaras de aire en el suelo, sino de aislar las paredes puesto que si tienes zona sin pavimentar alrededor de la casa tienes muchas filtraciones desde superficie también.

1 1 respuesta
Knelo

#4 No creas, la fauna que hay en la arquitectura es de mear y no echar gota.

El 99% de los planos de una obra no concuerdan en muchísimas cosas con la realidad. Parece que para hacerlos han mirado idealista en vez de tomar medidas.

2 1 respuesta
Atrus

Las casas terreras tienen su sentido en climas áridos, donde la poca humedad que se puede filtrar por el suelo ayuda a aliviar las estaciones secas. En invierno, el olor a humedad es el precio que hay que pagar por disfrutar del fresquito de una de estas casas cuando pega el sol. Del resto de territorios no podría decir, pero del sur de la mancha y andalucía hay una diferencia importante entre pasar el verano en una casa baja antigua y un bloque de pisos.

Es cierto los problemas de salubridad de las humedades, los insectos y los hongos, pero piensa que antes no había tanta información ni medios para saber sus riesgos, simplemente se protegian de lo que consideraban un mal mayor.

B

Mítica escena

2
Sinso

#5 Que haya mejores o peores arquitectos, pues como en todos los sectores.

Aidanciyo

2
ClaudeS

Llovió cuatro años, once meses y dos días. Hubo épocas de llovizna en que todo el mundo se puso sus ropas de pontifical y se compuso una cara de convaleciente para celebrar la escampada, pero pronto se acostumbraron a interpretar las pausas como anuncios de recrudecimiento.

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