#54 Efectivamente, con cosas que tenían a mano. Lo de echarle cigala y buey de mar lo has dicho tú, no yo. Ya que la realidad es que si algo sobraba en València era arroz, un alimento para todos los bolsillos. En el afán por darle sabor y sustancia, se lo condimentaba con cosas a las que los más pobres tuvieran acceso.
Los valencianos tiene la vanidad, a mi parecer bien fundada, de que nadie ha llegado a saberle condimentar mejor que ellos, NI DE MÁS DIFERENTES MODOS, y es preciso concederles la preferencia, pues con cualquier cosa que lo guisen sea de carne, pescado o con legumbres solas, es sin duda un bocado sabroso, y tanto mejor cuanto más sustancia se le echa.
Se te ha olvidado también la típica magufada de decir "esque la sartén se llama paella, lo que eches es una paella porque se llama así por la sartén"
Es que la paella es el recipiente, sin duda alguna. El plato acabó engullendo al continente y apropiándose el nombre. No en vano a las distintas recetas de paella se les llama "arroz a la valenciana" como nombre genérico hasta mediados del siglo XIX que fue cuando se empezó, poco a poco, a popularizar el nombre de "paella" como receta culinaria y no como utensilio de cocina.
Para que el ARROZ A LA VALENCIANA salga como lo hacen aquellos naturales es preciso que cueza a fuego muy activo, prefiriendo el de llama, a fin que no se interrumpa el hervor. Para saber la cantidad fija de caldo que se necesita, sea cual fuere la que se pretende guisar,
Fuente: http://wikipaella.org/blog/la-paella-claves-de-su-historia/