Cuando en la hora de comer un compañero fue al baño y volvió con chocolate en los dedos.
soltar un chascarrillo verde no es incomodo. incomodo hubiera sido que te tiraras un pedo tan asqueroso que la jefa vomitara encima de la comida de uno de tus compañeros y este se cagara encima de la impresión mientras todo es grabado en vídeo por las camaras de seguridad.
Compañeras hablando de permanentes, dicen que se va hacer una muy cara por 600 euros, digo que las hay mas caras, me preguntan, contesto la quimioterapia. No han vuelto hablarme desde ese día. Vi el chiste hace tiempo y me fue imposible resistirme.
No es lo más incómodo, pero es lo único que se me viene a la mente ahora y tengo los dedos animados hoy.
Hace 2 años tenía un compañero de clase en programación que era el típico nerd que iba de listo y discutía con los profesores sobre cómo hacer las cosas. Por otro lado teníamos una profesora que era la típica profe simpática, tranquila y con humor. El chaval menospreciaba a saco a esta profesora, hacía lo que le salía de los huevos en sus clases y más de una vez se reía en su cara.
Entonces llegó el día en el que pasó lo que tuvo que pasar, el fiera hizo mal uno de los proyectos porque se flipaba muchísimo con hacer barbaridades super jodidas y luego eso no llegaba a nada. Entonces, imagino que se dió cuenta de que estaba con esta profesora y por lo tanto, como no la respetaba nada, empezó a hacerse el super enfadado y golpeó su silla, desmontó el respaldo y se puso rápidamente a colocarlo de malas maneras, se le notaba en el movimiento los nervios y el "oops, me he pasao".
Tras la escenita, vino el tutor y se pusieron a hablar en el pasillo (al tutor tampoco le respetaba, justo esos dos profes eran de los más blandos), se puso en plan "qué malote, cómo la lío" y cuando se fue a sentar, la silla al estar mal montada, el tío se cayó mientras la profe le miraba. No he vuelto a ver una cara de vergüenza ajena como esa en mi vida.
Bueno, un tiempo después volvimos de una salida, eramos muy pocos en clase, mi grupito, él y algunos más. Como eramos poca gente y el tutor estaba ocupado con sus cosas, estabamos más por libres y de jijijaja. Este chaval, de repente, no se le ocurre otra puta cosa que hacer ver que se cae de la silla, pero recreándolo, tirándose al suelo mientras nos miraba y se reía.
El profesor hizo un facepalm enorme y todo fue muy patético.
Y ya está.
Mucho feminismo y ostias pero luego veis como algo negativo que una mujer se auto alivie sexualmemte
Yo, cuando hice las practicas, me llevaba de pm con el jefe de departamento, total que cojo en un descanso que usa para fumar y le meto un script chorra pero muy cabrón. Total que viene, se sienta, pasan 15 segundos y no se le ocurre otra cosa que pasar su pantalla al proyector y enseñar lo que le habia hecho. Toda la sala despoyada y yo sin saber donde meterme.
Luego me la devolvio multiplicada x1000 pero bueno, eso es otra historia.
Le metí mierda a los testigos de Jehová durante el desayuno con mis compañeros de trabajo, formándose también un silencio raro al que no di importancia. Semanas más tarde me enteré que efectivamente uno de mis compañeros es testigo de Jehová y entendí el por qué de dicho silencio.
Trabajé una temporada en las oficinas de una empresa de alquiler de apartamentos turísticos entre otras cosas. El propietario del negocio solía alquilar su piso por noches cuando salia del país y una de mis compañeras acepto una reserva en pleno Mobile World Congress, por error.
En eso que llego a la oficina por la mañana y voy a la sala de reuniones para preparar unos contratos con un cliente, abro la puerta, entramos y estaba mi jefe, en una esquina, en calzoncillos, sobando en una cama plegable.
Yo le metí mierda al opus dei con mi gerente (conduciendo), mi jefe, y yo en su coche. Básicamente dije que era una secta chunga.
Mi gerente era del opus. El caso es que lo sabía pero en ese momento no caí.
Cuando estuve de practicas en Grado Medio me pusieron a cargo del telefono y arreglos pequeños, a un chaval de 17 años no le pones más jajaja.
Yo para empezar tenia panico a coger el telefono, luego ya le fui cogiendo el punto y gracias a eso me suelto un poco más, el caso es que al principio no habia cliente que no se riera de que tartamudeara como si fuera gilipollas. Con los nervios y que encima siempre pronunciaban de mierda habia una empresa que para mi se escribia Alejibili, y ya, yo daba por hecho que era así, y juro que daba por hecho que debia ser de alfombras o alguna mierda así.
El descojone cuando delante del propio dueño de la empresa escribi completamente mal su nombre en Google para buscar si su web funcionaba o no fue pequeña, el nombre del demonio era A LEFT HEAVY LIFT (Más o menos) pero con las prisas todos lo pronunciaban mal
A mí poco antes de fin de año 2017-2018, empezando en una empresa de Amsterdam, me pasó una movida también bastante peculiar.
La jefa de mi equipo de desarrollo (bueno, más que jefa era coordinadora y la que hablaba con dirección sobre nuestras decisiones y tal, ya os imagináis), llevaba varios días echándome pequeñas fichas. Nada del otro mundo, yo ni le di demasiada importancia. Pues resulta que en la cena de empresa, todos ya visiblemente borrachos con copas gratis en De Kröon, un local bastante caro bastante usado para cenas de empresas de bien (en Rembrandtplein, para los que conozcáis la ciudad), estaban poniendo música electrónica bastante guapa y todos estaban bastante subiditos de tono.
Me fumé un canuto con el lead dev y el product manager, y ya voladísimos, nos metimos a saco en el baile y a hacer el gilipollas. Ante esto, otra chica de la empresa que era un bomboncito, y otra que no tanto, me halagaron bastante por el shuffle que me estaba marcando, a lo que acto seguido, coge esta chica que os comentaba antes (la coordinadora del equipo), me coge por la cintura, me lleva al CENTRO de donde estaban todos los de la empresa, y me mete la lengua hasta la garganta y se lía conmigo como durante un minuto seguido. Yo le seguí el rollo ya por... yo que sé, por seguirlo. Pero fue una situación la ostia de rara y que dio que hablar durante semanas en la empresa xDDDDDDDD. Pensad que esto fue delante de TODOS los empleados casi como si de un show se tratase. Extraño a más no poder.
Curiosamente, y pese a lo que podáis pensar, no supuso nada negativo para mí en la empresa. Apenas una semana y pico más tarde, conseguí que me bajaran las horas de 8 a 6 al día manteniendo el sueldo, y aún trabajé con ellos hasta este Enero (a distancia los últimos meses). Así que ni tan mal. Pero indudablemente, la situación de esta cena de navidad fue... peculiar xDD.
Joder, yo tengo uno tan incomodo, en el que metí la pata tan hasta el fondo con un compañero, todo por ignorancia mía de la situación, no a propósito y pura casualidad, que hoy en día, después quizá de unos 8 o 10 años, me sigue dando una vergüenza y un apuro el recordarlo que no es ni normal.
Me da tanta cosa, que no lo voy ni a contar xd. Fue simplemente un comentario, sobre una banalidad, en un momento totalmente inoportuno de extrema gravedad, sobre un accidente y unas indemnizaciones. Coincidió, fue pura coincidencia, pero no me dijo nada, me enteré después y me quedé helado xd.
No trabajaras en la misma empresa que el otro user que dice que le tienen hasta la polla los compañeros no ? XDD
Pues leyendo el hilo recuerdo una pedazo de cagada casi inconfesable, pero por las risas y bajo anonimato, puedo permitirme el lujo de contarlo.
Trabajaba en una cadena de comida rápida. Era de mis primeras semanas allí y todavía me estaba adaptando, con el nerviosismo ese de tener que dar la talla en todo y buena impresión.
Las taquillas, al ser tantos currando, siempre estaban petadas, por lo que muchas veces tenías que dejar el abrigo fuera y con suerte, más tarde en el cambio de turno, coger alguna que estuviera libre. La gente colgaba la ropa de cualquier sitio: manillas de la puerta, perchas, extintores.. Bien. El caso es que un día que llegaba tarde, no mucho, pero con ese nerviosismo de "joder, que no llego", me metí a las taquillas para dejar el abrigo y marchar corriendo a currar. Se me juntaron los nervios de la hora que era con los de tener que atender en caja por segunda o tercera vez, a lo que a toda hostia fui a dejar el abrigo en el extintor, con tanta fuerza descontrolada lo dejé, que no sé como cojones hice, pero al ponerlo lo pulsé y el extintor empezó a echar el humo ese blanco.
¿Resultado? Las chicas que estábamos en el vestuario todas tosiendo, manchadas de la mierda esa blanca que parecía harina, el suelo y ropa perdidos de lo mismo. Mientras a mi casi me da un síncope por la situación, por la que había liao, temiéndome lo peor, el resto se partían el culo entre toses. Los chicos, que tenían el vestuario en frente, se asomaban para mirar atónitos. La gente me miraba entre pena y gracia.
Desde entonces no he vuelto a tener tanto nerviosismo al encontrar un curro nuevo, porque sé que no puede ser peor que eso. Desde luego que no.