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La diversidad de culturas y de naciones es una riqueza del mundo actual. Cada cultura es patrimonio de la humanidad entera, tal como proclama la UNESCO. Los procesos de autodeterminación de las naciones, en todos los continentes, generarán un orden internacional más democrático.
Ya es hora de pedir a les Naciones Unidas que complementen la Declaración Universal de los Derechos del Hombre, con una Declaración Universal de los Derechos de las Naciones sin Estado Propio.
El mundo ha experimentado unos cambios extraordinariamente positivos con la caída de los regímenes totalitarios y con la independencia de naciones oprimidas durante muchos años.
En todos los continentes, la consolidación de la democracia representará el afianzamiento de las comunidades nacionales.
En este contexto, Europa vive un momento importante de su historia y los pueblos europeos se disponen a configurar políticamente unas instituciones comunes que expresen los valores compartidos y permitan una presencia responsable y eficaz de Europa en la gestión de los problemas comunes de la humanidad.
Los estados, en Europa, están en proceso de redefinir sus funciones. Cederán una parte de su soberanía a las instituciones europeas y se ocuparán de la ejecución de muchos de los acuerdos comunitarios, en sus territorios. No se trata de una desaparición de los estados, sino de una transformación de sus funciones.
Es oportuno recordar que las instituciones europeas de hoy día, siempre han invocado los grandes textos referentes a la Declaración Universal de los Derechos del Hombre. Y han creado instrumentos efectivos para asegurar su aplicación.
Se ha de recordar la existencia de la Comisión Europea de los Derechos del Hombre y del Tribunal Europeo de los Derechos Humanos, encargados de vigilar para la aplicación de la convención del 1950, para la salvaguarda de los derechos y libertades fundamentales de los hombres y de las mujeres.
La estabilidad y la paz de Europa se conseguirán si sus instituciones evolucionan en el sentido de proteger todas las culturas y naciones sin estado que hay todavía en Europa. El proyecto de unión europea abre una gran esperanza si los criterios de esta unión son prioritariamente la aceptación de la diversidad de todos los pueblos y el reconocimiento de sus derechos.
La defensa de las identidades nacionales es una labor común de las naciones sin estado y de los estados de dimensiones relativamente reducidas. Porque los fenómenos de dominación cultural y política, se perpetran mediante la agresión demográfica, económica y de los medios de comunicación.
Europa ha comenzado una etapa de búsqueda de modelos propios en el orden moral, político y cultural; porque se han agotado muchos de los criterios vigentes.
La propuesta de la Europa de las naciones y de las culturas, se ciñe en el gran debate actual sobre las alternativas razonables, deseables y posibles.
La independencia de Cataluña es viable, políticamente y económicamente. En cambio no es viable el modelo colonial español. Dentro del Estado español, el futuro de Cataluña no puede ser más alarmante. Por lo tanto, no hemos de hablar de la viabilidad de la Cataluña libre, antes bien de la urgencia, de la absoluta urgencia, de la independencia de la Cataluña completa. Cataluña puede prescindir de España, sin ninguna duda. Solo la independencia política puede garantizar el desarrollo pleno y armónico de la economía catalana.
La nación catalana se formó en el año 987 y gozó de independencia hasta que Castilla se la usurpó en 1516. Luego fueron 529 años de vida nacional plena y soberana, con estado propio siempre viable.
La independencia de Cataluña nunca será el resultado de las concesiones de España, hachas muy a pesar suyo. Será el resultado del coraje, de la voluntad, de la determinación y de la abnegación de todo el pueblo catalán. El problema catalán no lo ha creado Cataluña, sino España con su expansionismo colonialista.
Españoles y catalanes serían amigos, si tuviesen una frontera estatal en Fraga, Vilanova de la Reina, el Racó, Jumella, Escull del Molló... En el mundo hay una gran cantidad de estados de menor Producto Interior Bruto, de menor población y de menos extensión que Cataluña; y ninguno quiere dejar de ser estado.
Un estado catalán no puede interferir las relaciones económicas ni la integración política europea. Antes bien, se inscribe en el largo proceso descolonizador mundial. El estado catalán independiente no camina contra la historia, camina con ella y es la misma historia. Quien va contra la historia es el nacionalismo español expansionista que somete y depreda a Cataluña.
Solo en siglo XX se han formado los estados siguientes, a raíz de movimientos independentistas, naciones sin estado que han conquistado el suyo:
Panamá se separó de Colombia en 1903
Noruega se separó de Suecia en 1905
Bulgaria se separó de Turquía en 1908
Albania se separó de Turquía en 1912
Armenia se separó de Turquía en 1918
Georgia se separó de la Unión Soviética en 1918
Finlandia se separó de la Unión Soviética en 1917
Chequia y Eslovaquia se separaron de Austria en 1918
Hungría se separó de Austria en 1918
Eslovaquia se separó de Chequia en 1939
Croacia se separó de Yugoslavia en 1941
Islandia se separó de Dinamarca en 1944
Eslovaquia se separó definitivamente de Chequia en 1993
Irlanda se separó del Reino Unido en 1937
Las Molucas se separaron de Indonesia en 1950
Senegal se separó de Mali en 1960
Katanga se separó del Congo en 1960
Biafra se separó de Nigeria en 1967
Pakistan se separó de la India en 1947
Bangladesh se separó del Pakistán en 1971
La República Turca del Norte de Chipre se separó de la República Griega del Sur de Chipre en 1975
Malawi se separó de Rhodesia en 1963
Singapur se separó de Malasia en 1965
Eritrea se separó de Etiopia en 1993
Estonia, Letonia, Lituania, Armenia, Georgia, Ucrania, Bielorrusia, Azerbaiján, Kazajstán, Turkmenistán, Kirguizistán, Tayikistán, se separaron de Rusia, con motivo del desmantelamiento del imperio marxista ruso.
Eslovenia se separó de Yugoslavia en 1990
Croacia se separó definitivamente de Yugoslavia en 1990
Bosnia-Hercegovina se separó de Yugoslavia en 1992
Macedonia se separó de Yugoslavia en 1991
PD: No hay resumen para vagos, ni lo habrá.