#275 A mi también me esta pareciendo interesante el debate. Admito que quizás me he ido un poco del tema, ya que la sociología, la psicología, el márketing y, en general todas las áreas de estudio del comportamiento y de la acción reacción de las personas me son muy interesantes. Yo estudié la extinta LADE y una de las cosas que siempre me llamó mucho la atención ha sido la percepción del consumidor sobre un producto y qué le influencia a su consumo, agravado porque en estas facultades no faltan los adventistas de Steve Jobs y los evangelistas de Amancio y yo siempre he sido bastante crítico con estas dos empresas, no me gusta lo que venden ni creo que se correspondan con la imagen que quieren dar (del mismo modo tengo una concepción sobre determinadas posturas ideológicas cuasi mercantilista de las mismas, un "producto" que una persona "compra"), pero no creo que me haya desviado tanto.
Intuyo, corregidme si me equivoco, que la postura contraria viene determinada por dos cosas principalmente. En primer lugar por el emisor, y en segundo lugar por referirse a la frustración como el "principal problema".
En la primera no puedo estar de acuerdo. Es posible que esté muy influido por mi interés por las falacias lógicas, pero es que no puedo sino ver un ad hominem.
En la segunda estoy de acuerdo. No es el principal problema. Los principales problemas son la desigualdad socioeconómica, la falta de movilidad social, que la gran mayoría de mercados se encuentran en situación de oligopolio, aunque no sea aparente, ausencia casi total de meritocracia, el control de los medios y redes de comunicación masiva sobre los valores aceptables de la sociedad, etc. Pero, sí estoy de acuerdo en que existe un valor en la falta de gestión de la frustración.
Entre otras cosas he llevado una comunidad de TCG en mi localidad (YuGiOh! concretamente) y he tenido que enfrentarme con frecuencia a la frustración de los jugadores nuevos que al segundo torneo abandonan porque han perdido y sus expectativas estaban muy por encima de las reales (No vas a ganar un torneo con un mazo de mierda, por mucho que te convenzas a ti mismo de que has dado con la la técnica secreta y la estrategia infalible que nadie más ha visto). También he trabajado en una aseguradora y he tenido conversaciones auténticamente subrealistas con los comerciales. Recuerdo especialmente una con un comercial que además usó la falacia de autoridad conmigo. Le vino una familia pija y querían asegurarle al niño un deportivo italiano, a él se le harían los ojos chirivitas con la comisión y me llama para formalizar la póliza porque el programa no le dejaba a él, cuando me va dando los datos y me dice que es un coche extrajero, le digo que es política de la empresa no asegurar coches extranjeros y me lanza improperios varios "no me puedes decir eso, que llevo 40 años trabajando en esto, blablabla". Estaba evidentemente frustrado por perder una comisión jugosa, pero la empresa no deja y yo no puedo hacer nada. Desde ese día hasta que me fui me seguía culpando de ello, pese a que venía bien claro en las políticas de la empresa.
Este par de anécdotas, los estudios y otras cosas más, me hacen que tenga una alta predisposición a querer hablar sobre como gestionar las emociones y que se hace de forma deficiente, y sería positivo para nuestra salud mental aprender a gestionarlas mejor.
Entiendo, o creo entender, que la divergencia de opinión viene de que yo me estoy centrando en este punto, de forma más o menos acertada. Mientras que otros hacéis hincapié en la parte del discurso liberal de moda entre los cayetanos de es que los pobres sois la ostia, queréis trabajar dos horas a la semana y que os paguen 50000€, tenéis que arriesgaros como yo y trabajar mucho como Emilio Botín que empezó de cero (Bueno, con un banco enano, Rallito dixit). Y en este punto, os doy la razón. El chico es un pijito que ha podido ser escritor porque su entorno le ha proporcionado todo lo que ha necesitado y más, y le han puesto la alfombra roja comprándole entrevistas, artículos y demás publicidad. Además ha venido, nunca mejor dicho, a hablar de su libro. Aun así recalco que en mi opinión, queriéndolo él o sin pretenderlo, ha traído a la palestra un tema interesante, y no creo que se equivoque al decir que no se gestiona bien la frustración.
Sobre la gestión medianamente llevadera que comentas, en términos relativos estamos mucho más avanzados que los países orientales como Japón, donde ocurre esa misma situación que planteas, o USA, donde se lían a tiros. En comparación, nuestra frustración, normalmente expresada mediante insultos o enfado al eslabón débil de turno o al pobre trabajador cara al público que tiene que aguantar la "chapa" está mucho mejor, pero aun así, opino que le queda mucho por trabajarse, y no ayuda que las nuevas tecnologías permitan que todo esté disponible en cuestión de segundos, que se nos venda por activa y pasiva en la publicidad que si nos esforzamos mucho vamos a ser la ostia, y que vengan los vendedores ambulantes de ilusión a decirte que con Mindfulness y mierdas varias como Cohello vas a ser la reencarnación de Jesucristo con el patrimonio de Bezos.
Sobre el emisor, yo lo contemplo como un pequeño atajo que creamos. Es evidente que un profesional formado en su campo tiene un bagaje superior que hace que su opinión tenga un sustento sólido en principio o pueda dar indicios de los porqués de su opinión, pero no debe estar exenta de la sana crítica. Si un catedrático en Medicina me dice que lo más sano es comerme medio kilo de bacon cada mañana, no voy a aceptar su opinión por ser catedrático y saber mucho más de medicina de lo que yo sabré jamás, porque, con mis limitados conocimientos de la materia choca frontalmente y deberé cuestionarme y cuestionarle por qué dice eso. Ese ejemplo no es el mejor, pero es bastante claro. Otros más ambiguos son los temas jurídicos por ejemplo. Por mi formación con la oposición he podido bucear mucho y adquirir muchos conocimientos sobre la materia especialmente en determinadas ramas estudiando no sólo la ley sino trambién las sentencias que generan doctrina directamente aplicable y las razones esgrimidas para distintos cambios legislativos, y puedo decir que hay ocasiones en las que no estoy de acuerdo con una autoridad en la materia que se le presupone muy superior a mi conocimiento, fundada en conceptos jurídicos y sentencias anteriores. Del plano económico mejor ni hablo porque me daría para un tochopost de los de dindn't read lol.
Resumiendo, creo que puedo afirmar que en líneas generales estamos de acuerdo, y tienes razón en muchas de las cosas que expones (especialmente en la parte que lo relacionas con los discursos liberalcayetano y en que está lejos de ser el problema principal), pero justamente en lo que más me extiendo (la gestión de la frustración), tenemos opiniones divergentes, aunque comprendo y respeto tu postura.
#272 No pretendía generalizar, simplemente he visto varios de ese tipo y me ha llamado la atención, porque como dije en mi primer post, esperaba una cosa más basta por el título. Entiendo la postura, pero sigo opinando que el ad hominem es un recurso a evitar, o al menos relegar a un plano secundario.
#273 Respondo aunque no vaya conmigo la cosa, porque en esta ocasión estoy haciendo de "abogado del diablo" en el tema del ad hominem, y porque me ha gustado la puya señalando la contradicción de los ya conocidos por estos lares.