Hoy acabo de finalizar un pequeño tour por el centro de Europa. La idea era pasar 2 noches en cada ciudad y ver los monumentos, probar la gastronomía y ver que tal es la gente de por allí.
La primera parada fue Viena. Nada más llegar se aprecia ese aura imperial que emana la ciudad. Limpia, bonita y con numerosos monumentos como la Ópera, la Biblioteca Nacional, el Palacio de Invierno, el Parlamento, etc. Para mí la mejor parte ha sido el Palacio de Schönbrunn. Caminar por el centro se siente como un gran centro comercial, vibrante. La gastronomía, meh, las salchichas no estaban mal, pasable. La gente era sorprendentemente simpática. Me imaginaba al típico alemán amargado, pero que va, si pueden te saludan en español y siempre recibirás un danke al final de una conversación.
Aspecto y Monumentos: 7.5
Gastronomía: 5
Gente: 7
La siguiente parada fue Praga. Mientras que Viena es la ciudad del orden Imperial, Praga es la capital de lo liberal. La ciudad está completamente adoquinada y tiene monumentos a mansalva. Destaco el Puente de Carlos (aunque atestado de turistas), el Castillo (no es realmente un castillo, sino un complejo de monumentos como la catedral y diversos palacios ubicados en la parte alta de la ciudad) y el parque Letná. Respecto a la gastronomía, este país ha sido el peor de entre los 3: verduras insípidas, carne zapatillosa, fruta mala, etc. Respecto a lo social, pues no puedo opinar, creo que los checos son minoría en esta ciudad, pues estaba llena de turistas. Aunque me ha gustado el país en sí, he de decir que también es un nido de drogadictos y puteros (digamos que hay 2 tipos de turistas en Praga...).
Aspecto y Monumentos: 8
Gastronomía: 1
Gente: --
Y ya la última parada fue Munich. Hasta este entonces el viaje me estaba gustando y cada sitio me estaba sorprendiendo. No podía esperar a cruzar la frontera y conocer la Bavaria tan bonita de la que tanto me habían hablado. Bueno, pues nada más cruzar la frontera aparecen en el tren 3 gorilas con "Polizei" en sus uniformes gritándonos en alemán de muy mala ostia que pasaporte ya. Lo chequean, suspiran, los tiran al suelo y se largan. Mal comienzo. Una vez en Munich las cosas no mejoran, la estación mugrienta, los trenes con retraso, y las calles llenas de gitanos e inmigrantes gritando y liándola. Yo y mi amigo decidimos visitar el jardín botánico que no está muy lejos de allí, ... craso error. El jardín del terror lo llamaría yo: gente defecando en medio del parque, vimos a un tío con una puñalada en la mano andando tan tranquilo y luego tirarse al suelo, otro meando en la fuente de Neptuno... En fin. El centro de la ciudad no está tan mal, pero tampoco hay demasiado que ver: la catedral, la cervecería Hofbräuhaus, Marienplatz, el museo BMW y el Complejo Olímpico. La gastronomía diría que se queda al mismo nivel que la austríaca, meh, no está mal, el codillo está bien. Y en lo social, LO PEOR. Es el lugar más antipático, borde y desagradable en el que he estado. Da igual que le preguntes a alguien una dirección en un alemán perfecto, simplemente te dirán NEIN y pasarán de ti. En los 2 días que estuve, no escuche ni un mísero danke o un entschuldigung, que va.
Aspecto y Monumentos: 5
Gastronomía: 5.5
Gente: -1