La existencia de las plantas carnívoras se encuentra en riesgo en todo el mundo, y una de las principales amenazas proviene de los coleccionistas de especímenes silvestres, advierte un nuevo estudio.
Según el informe publicado en Biological Conservation Journal (Revista de Conservación Biológica), la mitad de las especies de plantas carnívoras evaluadas se encuentra bajo amenaza.
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El peligro más común es la pérdida del hábitat, mientras que otros factores de riesgo incluyen las especies invasivas y la contaminación.
Uno de los coautores del reporte, David Jennings, investigador de la Universidad del Sur de Florida, Estados Unidos, dice que le sorprendió el hecho de que se incluyera como factor de riesgo la enorme cantidad de coleccionistas, sobre todo porque se estaba ejerciendo una mayor vigilancia sobre la extracción no autorizada de plantas en varias partes del mundo.
"Los coleccionistas las cortan allí donde las encuentran porque es más fácil. Cultivarlas lleva tiempo: tardan varios años en alcanzar un tamaño aceptable"
David Jennings, investigador
"Sin embargo, se trata de un problema que persiste, dado que muchas de las plantas carnívoras crecen muy lentamente", le comenta Jennings a la BBC.
"Aunque hay alternativas como criarlas en invernaderos o laboratorios, los coleccionistas las cortan allí donde las encuentran porque es más fácil. Cultivarlas lleva tiempo: tardan varios años en alcanzar un tamaño aceptable".
Jennings agrega que las plantas carnívoras son muy buscadas debido a su apariencia exótica.
"Se puede decir, sin temor a equivocarse, que son especies que tiene aura: son extrañas, intrigantes y capturan presas".
Los biólogos afirman que estas plantas desarrollaron la habilidad de atrapar insectos o artrópodos como una manera de adaptarse a vivir en suelos húmedos y pobres en nutrientes.
Hábitat sensible
Con todo, la pérdida del hábitat natural es la principal amenaza para las plantas carnívoras, lo que -según Jennings- no sorprende.
"Los ambientes en los que crecen estas especies son fácilmente alterables".
Planta carnívora
Las plantas carnívoras pueden demoran varios años en crecer.
"Muchas áreas son drenadas y utilizadas para cultivos agrícolas y la cría de animales. Y cualquier tipo de cambio en la humedad del terreno puede afectar enormemente a las plantas carnívoras", añade el investigador de la Universidad del Sur de Florida.
Jennings dice que algunas especies, especialmente las Nepenthes distillatoria (comúnmente conocidas como plantas de jarro) que se encuentran en el sudeste asiático, tienen una distribución limitada y sólo se encuentran en una pequeñas áreas, por ejemplo, al pie de las colinas o unas pocas montañas.
"Gran cantidad de ellas viven en áreas muy restringidas. Por eso creemos que muchas de estas plantas fueron incluidas en la lista de las especies en peligro de la IUCN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, por sus siglas en inglés)".
En todo el planeta hay unas 600 variedades conocidas de plantas carnívoras, distribuidas en 17 géneros.
En su trabajo, los investigadores afirman que, de las 107 especies que fueron evaluadas por IUCN, siete fueron consideradas como en situación crítica, once en peligro y 39 en estado vulnerable.
Contaminación
Para realizar el estudio, Jennings y su colega, el profesor Jason Rohr, también de la Universidad del Sur de Florida, reunieron información sobre 48 especies de plantas carnívoras, de nueve géneros.
Cuando examinaron los datos recabados, se sorprendieron de que la contaminación fuera un problema para estos ejemplares.
"La pérdida del hábitat no nos pareció algo inusual, ya que se trata de una gran amenaza para muchas especies. Sin embargo, el hecho de que la contaminación apareciera como factor de riesgo nos llamó la atención, ya que hasta ahora sólo había sido citado sin mayor evidencia empírica", afirma Jennings.
"Los ambientes en los que crecen estas especies son fácilmente alterables"
D. Jennings
Lo que los científicos descubrieron fue que 18 de las 48 variedades analizadas en el estudio habían sido afectadas por los desechos urbanos, y el uso de fertilizantes y pesticidas.
"Algunas formas de contaminación, tales como los herbicidas, pueden resultar directamente letales para las plantas carnívoras, mientras que otras (como los fertilizantes) tienen un efecto más bien indirecto, al degradar el medio ambiente y alterarlo de manera provechosa para otras plantas", explican los investigadores.
Jennings advierte que, como grupo, las plantas carnívoras no han recibido mucha atención y que se necesitan más estudios especialmente en África y en Australia, donde hay muy poco registros de la amenaza a estas especies.
"No hay casi nada de documentación sobre estas regiones, aún tratándose de áreas de mucha biodiversidad en los que se refiere a las plantas carnívoras".