Vista, entretenida, 6.5.
Tiene un ritmo rápido, muy buena banda sonora (hay mucho más que Elvis) y Austin hace un trabajo excelente. Disfruté bastante viendo cómo le van envejeciendo poco a poco con los prostéticos, aunque me faltó gordura al final. La inclusión de sus referentes musicales está hecha de forma satisfactoria.
La película empieza con un tono ligero, casi cómico, y va evolucionando a una nota bastante dramática. Y por supuesto, quien vaya a verla, que tenga claro que es una película de Luhrmann, a menudo excesiva, como es su estilo.
En lo negativo, le falta estructura, a veces gasta 30 segundos en un año, 30 en el siguiente, y 45 en un tercero, y en lugar de saltar tanto podría condensar los eventos en escenas más largas; luego hay secciones de una duración aceptable que no sirven para mucho, como la época en el ejército. Buena parte de los personajes, como su esposa, aunque bien actuados, no sirven para absolutamente nada más que para enaltecer a Elvis, están vacíos. Y Tom Hanks no deja de ser Tom Hanks con traje de gordo.
Por último, pintan a Elvis como una persona muy involucrada en los movimientos sociales, cosa que me chirrió un poco. Aunque es bien sabido de dónde bebe su música y que se mezclaba con muchos músicos afroamericanos, no sé hasta qué punto es apropiado centrar tanto metraje en estas luchas por derechos, en las que realmente no fue muy activo. Casi da la sensación de que te intentan vender a un Elvis activista, sin rastro del Elvis que se llevaba bien con Nixon.