Este sucedo ocurrió una mañana. Me disponía a asearme antes de ir al instituto, fui al baño me lavé la cara con agua caliente y me dispuse a limpiarme los diente con dentífrico sabor mentolado triple acción. Todo trascurría con normalidad hasta que me entraron unas ganas terribles de miccionar. Movía las piernas de arriba a abajo como señal de incomodidad mientras me cepillaba los dientes, hasta que no aguanté más. Me fui al váter a miccionar mientras me estaba limpiando los dientes.
Me descapullo el miembro y suelto el intenso y placentero chorro, que gusto, pienso. Mientras el chorro sale de mi precioso miembro descapullado yo sigo lavándome los dientes, con tal mala suerte que por la comisura de mi boca sale una gota de dentífrico sabor mentolado triple acción y va a parar exactamente a la punta de mi precioso miembro descapullado. No le dí importancia hasta pasados uno 5 segundos. La pasta dentífrica empezó a hacer efecto, me empezó a escocer el falo de una forma desmesurada era como si hubiese metido la punta en ascuas. Cogí un trozo de papel higiénico y me lo restregué por la punta, no hizo efecto me seguía escociendo.
Fui al lavabo rápidamente me puse un poco de puntillas y metí el miembro debajo del grifo, con tan mala suerte que estaba el grifo puesto en la dirección del agua caliente. Me quemé toda la punta del cipote.
Moraleja: no meéis mientras os cepilláis los dientes.
¿Os ha pasado alguna vez algo parecido?