https://elpais.com/politica/2019/02/22/actualidad/1550868087_012611.html
Santiago Abascal teme que el inesperado y espectacular éxito de Vox le lleve a perder el control de un partido que en un año ha multiplicado por diez sus afiliados. Con el argumento de evitar que, atraídos por sus perspectivas electorales, haya un desembarco masivo de “oportunistas y arribistas”, la Asamblea General del partido aprobará este sábado un cambio de estatutos que blinda el poder de la dirección, prolonga su mandato a cuatro años, suprime las primarias y priva del derecho de voto a los afiliados con menos de nueve meses de antigüedad.
La dirección de Vox resta importancia a los cambios en los estatutos, alegando que “obedecen en su mayoría a requerimientos del registro de partidos políticos” —es decir, formales y burocráticos—, pero también reconoce que se trata de adaptar las hechuras de una fuerza política que ha pasado de apenas 3.500 a más de 35.000 afiliados.
Los estatutos vigentes ya incluyen un periodo de seis meses de afiliación provisional, al término del cual puede denegarse el ingreso del nuevo miembro. La novedad radica en que, además de ampliar a nueve meses el tiempo de prueba, se niega a los recién llegados el derecho a elegir a los miembros de la dirección o a votar la cuestión de confianza y la moción de censura, los dos mecanismos que permiten cambiar al presidente del partido. Tampoco se deja a los novatos formar parte de los equipos de dirección de Vox, salvo autorización expresa del Comité Ejecutivo Nacional, ni firmar avales para presentar candidatos a puestos orgánicos.
La desconfianza de la dirección hacia los afiliados se refleja también en la supresión de las elecciones primarias para elegir a los aspirantes a cargos públicos, el punto que más contestación interna ha provocado. Las listas de Vox a las Cortes, el Parlamento Europeo, las asambleas autonómicas y los Ayuntamientos ya no saldrán de elecciones primarias entre los afiliados de cada circunscripción, sino que serán elaboradas por el Comité Ejecutivo Nacional.
La dirección de Vox alega que se ha reforzado a los comités provinciales porque, “debido a su contacto directo con los afiliados, son los que mejor conocen a los miembros del partido en las provincias”. Lo cierto es que los comités provinciales se limitarán a proponer a los candidatos autonómicos y municipales y serán “consultados” sobre los demás pero será el Comité Ejecutivo Nacional el que decida.
La dirección nacional ejercerá un férreo control sobre los grupos parlamentarios y municipales de Vox. El equipo de Abascal se reserva la capacidad de aprobar y supervisar la contratación de personal de apoyo a dichos grupos, así como el control de sus cuentas y la dirección de sus iniciativas y propuestas.
Además, los nuevos estatutos prorrogan de dos a cuatro años el mandato del Comité Ejecutivo Nacional. Fuentes de Vox aseguran que la actual dirección, presidida por Abascal y elegida en marzo de 2018, concluirá su mandato dentro de 13 meses y será a partir de entonces cuando se apliquen los cuatro años.
La posibilidad de que surjan críticas o discrepancias internas será más remota con los nuevos estatutos. Para incluir un punto en el orden del día de la asamblea general se necesitará la firma del 20% (hasta ahora era el 10%) de los afiliados “de pleno derecho”, es decir, con más de nueve meses de antigüedad.
En el partido de Abascal no habrá barones. Es coherente que una fuerza política que aboga por suprimir las comunidades autónomas no tenga comités regionales. Es decir, no existe Vox Cataluña ni Vox Andalucía. El escalón inmediatamente inferior al comité nacional es el provincial. Solo dos autonomías contarán con organización propia: las ciudades de Ceuta y Melilla.
Lo que sorprende más es que los nuevos estatutos supriman los comités hasta ahora previstos a nivel insular y local. No habrá, por tanto, un comité de Vox en la ciudad de Madrid o en la isla de Menorca. Los responsables del partido en el nivel municipal o insular serán unos coordinadores cuya elección no corresponderá a los afiliados, sino que serán designados y cesados por los comités provinciales.
La organización interna de Vox, con un poder nacional reforzado y sin estructura autonómica ni municipal, refleja el modelo de España que quiere Abascal y su alergia a cualquier contrapoder territorial.
Pues para no gustarles las dictaduras, ya han aplicado una en su propio partido. UPYD2, menos que un suspiro.