Hace unos aňos casi nadie podía tener Internet en casa y ahora todo el mundo lo lleva por la calle 24h en el teléfono con el 4G.
Es cuestión de aceptar el cambio, un cambio que debería llegar por nuestro bien y que seguramente tardará en llegar por la situación socioeconómica en la que se encuentran este país y muchos otros.
No temáis por los sensores, el coche detecta en cuanto uno de los sensores no funciona y no los necesita todos para ser funcional.
El error por parte de la máquina será un error marginal, en su mayoría, los casos de error no terminarán en desgracía porque el coche mantendrá de forma estricta las normas viales.
En caso de fallar un sensor el coche podría obligarte a ir a una revisión o bloquearse para que lo lleve una grúa.
La pantalla del teléfono seguro que no se os ha roto en aňos o la pantalla de la tv, casi que antes lo habéis tenido que meter en un cajón o dejar en la calle por su obsolescencia y ya ni me pongo con cualquier tipo de tarjeta de Red que tengáis por vuestra casa.
Se supone que en un país desarrollado tiene que haber un control exhaustivo de este tipo de sistemas por parte de la dgt, además de ser sistemas hechos para que duren a largo plazo con un margen de error minimalistico.
Con el tiempo los talleres tendrán que ir especializandose en estos nuevos sistemas, les guste o no es un renovarse o morir.
Antes no teníamos calculadoras y se necesitaban personas para hacer cálculos de forma manual, ahora hay supercomputadoras calculando que tiempo hará maňana o dentro de una semana para que te puedas ir el fin de semana a la playa o quedarte en casa.
Y como es de esperar vivimos en un mundo imperfecto lleno de errores.