Me llama mucho la atención que cuando comenzó la inmigración masiva en España (o al menos cuando empezó a ser tema de conversación), yo estaba en el instituto, el país "iba bien" y lo que se llevaba era estar orgulloso de ser español y de los logros del país. Si yo decía que en mi opinión cualquier inmigrante tiene derecho a venir a este país para labrarse un futuro y poder integrarse en nuestra educación y cultura, era tachada de hippie idealista (todavía no se había inventado el término perroflauta, como mucho comeflores).
Si ahora que las cosas no van tan bien y parece que es obligación avergonzarse de pertenecer a esta cultura digo que en mi opinión cualquier inmigrante tiene derecho a venir a este país para labrarse un futuro y poder integrarse en nuestra educación y cultura, la mayoría me llamará facha intolerante.
#149 El problema viene cuando tenemos un sistema legal débil, un sistema hecho con gente con miedo a pasarse de dureza para no volver a la temida época de hace dos generaciones, y ojo, lo digo tanto por los inmigrantes como por los de aquí.
Este sistema infravalora la educación, por lo tanto se es demasiado permisivo con los que no respetan el derecho a ésta y la obligación de los niños de recibirla. Se permite que haya niños que crezcan en ambientes de delincuencia, que no vayan a clase, que si van a clase no respeten nada... Y el primer paso para acabar con la delincuencia es la educación, si la desatendemos, ¿qué esperamos?
Por otro lado está el sistema penal, que ni castiga, ni reinserta. La reinserción es un concepto muy bonito, pero sólo si se lleva a cabo. Si una persona mata y a los dos días está en la calle por buen comportamiento, de verdad se le está reinsertando o se le está levantando el castigo? Si un trastorno en una persona normal puede llevar años de tratamiento y de atención profesional, de verdad alguien cree que un delincuente en tres años ya está "curado"? Y hablo de asesinatos, porque los delitos que no son de sangre son una risa.
Así que si mezclamos un sistema demasiado permisivo, con una generación débil (porque nosotros hemos sido criados entre algodones, así que vamos a aplicar -3 de dureza a la educación de nuestros hijos y una capacidad resolutiva nula para afrontar los problemas), culturas que creen que su misión es expandirse e imponer su punto de vista y la picaresca individual de la gente, llegamos a una situación en la que el país se ha llenado de mangantes (como los políticos), de aprovechados, de borregos incultos y de pánfilos que nos dan una bofetada y no sabemos parar la siguiente.
Pero claro, quien tiene que cambiar eso vive mejor donde está y que el pueblo tenga estos problemas porque así está entretenido teniendo a otros a quienes odiar.
Y el problema de que la multiculturalidad haya fracasado no es del racismo, es que para que dos culturas convivan tienen que estar dispuestas a dar lo mejor de sí y a mezclar las cosas buenas de ambas, y realmente creo que ni la occidental está preparada para mezclarse (porque anda perdida en eso de la identidad propia y en las cosas en las cosas en las que debe ceder y las que no), ni las demás están preparadas para abrirse a principios que no están contemplados en sus creencias.