Buenos, os copio un articulo bastante interesante del 20 minutos.
Básicamente, a veces cuando se boicotean productos catalanes de rebote se boicotean productos de fuera que se utilizan para hacer esos productos catalanes.
Que boicotear los productos catalanes no parece una fórmula muy inteligente para convencer a quienes reclaman la independencia es bastante evidente. Si Catalunya es España, ¿no supone un ataque contra los propios productos españoles?, se han preguntado muchos en voz alta en las redes sociales. Pese a ello, algunos han apostado por esta vía como respuesta a la crisis política que se vive desde hace meses e incluso señalando como responsables a las empresas que parecen apostar por el diálogo frente a la creciente tensión.
Las consecuencias se están sintiendo en diversos sectores y, evidentemente, no sólo del lado independentista, como parecen pretender los boicoteadores con esas listas de empresas que estos días han circulado con más rabia que sentido común.
Sin ir más lejos, un productor de patés de oliva denunciaba hace días que su facturación había caído en un 70% durante las últimas semanas, según explicaba en una carta pública en la que se posicionaba contra el Govern. Algo que, posiblemente, no le servirá para convencer a quienes le boicotean, pero sí ha provocado que algunos de sus clientes catalanes anulasen pedidos, según él mismo relataba.
Por si a estas alturas queda alguien que no entienda el despropósito que supone fomentar el famoso boicot, ahora son empresas extremeñas las que han dado la voz de alarma. Según publica el diario Hoy, productores de tomates y derivados también se han visto afectados de forma colateral por la caída en las ventas de productos catalanes, puesto que ellos son proveedores de algunas de las grandes empresas de la zona.
Las pizzas de Casa Tarradellas que, por lo visto, para muchos son un objetivo prioritario a la hora de aplicar su particular boicot contra Catalunya, utilizan un preparado de tomate que elabora la empresa extremeña Conesa. Pero no se trata sólo de este tomate de las Vegas del Guadiana, se lamenta el portavoz de la compañía, sino que posiblemente el atún o la harina de las pizzas vendrán de otras zonas del país.
Por seguir con el ejemplo de Extremadura -muchas veces utilizada de forma muy poco inteligente e informada por los dos bandos como contraposición a Catalunya-, los frutos secos de la catalana Borges o los caldos de Gallina Blanca también tienen su origen en esta comunidad autónoma. Por no hablar, claro, del boicot al cava, que incluye, de regalo, el boicot a los corchos utilizados en las botellas, muchos de ellos de origen extremeño.
Así que hoy que, según el calendario político, toca el penúltimo ultimátum entre el gobierno central y el gobierno catalán, tal vez sería un buen momento para dejar de escuchar a los tertulianos incendiarios de turno y preguntarse si tiene algún sentido ese boicot.