Cavilamos que Cantabria es una nacionalidá, un pueblu conformáu al treviés de la hestoria con peculiaridais culturalis, etnográficas y lingüísticas, que juntu a un espaciu jeográficu-ambiental y unas basis económicas difinías dio lugar a la desistencia de una concencia sellenca d’especificidá cumu pueblu. Y nós, cumu mozos que vivimos en Cantabria, entendémonos parte d’isti País, parte d’isti pueblu.
Encontóo, enas circunstancias autualis, a la jenti cántabru le falta voz y poder de dicisión pa entarajilar la muestra vida cumu coleutividá. Cumu consecuencia de la globalización y del mou capitalista de prudución el muestru pueblu quedó relegáu a ser un país dependienti, esestruturáu, individualista, ensín tejíu endustrial, destináu a ser una reserva turísticu-especulativa pal binificiu d’unos pocos sacrificando’l bienestar de las clasis pupularis cántabras, apastrajando la muestra cultura y utilizándonos cumu arieti y cortajueos escontra otros pueblos de la Pinínsula Ibérica. Y la su mozandá aborregau, alienau, aculturizau y esenraizau pa facilitar tou isti procesu de despoliu, españolización y esplotación de Cantabria y los sus recursos naturalis y humanos.
Entendemos que la situaciòn enantis discrita nu puéi superase dendi’l marcu l’Estatutu d’Autonomía ni dendi la Costitución Española, y muchu menos dendi la Uropa’l capital y la su Costitución. Tolo contrariu, creemos que son marcos que contribuyerin, contribuyin y van contribuir al caltenimientu de la situación y al su empioramientu.
Nós queremos romper con too esto. Pa poder costruir el socialismu dendi Cantabria tenemos que devgolveli la dinidá a isti País, y esti caminu namás puéi jacese aluchando pa que seamos los cántabros los únicos que decidamos cúmo mos organizamos, es dicir, aluchar pa que’l pueblu trebajaor cántabru tenga un autogobiernu dajechu y rial sobri sí mesmu y ensín enjerencias esterioris. Entendemos d’esta manera l’alucha pol autogobiernu y l’autojestión cumu un pasu estritamenti necesariu pa costruir un futuru mijor y en dinidá. El muestru aquel es desarrollar un PROYEUTU DE FUTURU, no basáu en glorias pasáas y muchu menos en chovinismos y esencialismos de dengún tipu, sino que tien l’ojetivu de costruir una Cantabria justa, popular y de los trebajaoris, solidaria y enternacionalista, antipatriarcal y antirracista, ecolójica y desarrolláa económicamenti sigún las muestras necesidais.
Pensamos que Cantabria es una nacionalidad, un pueblo formado a través de la historia con peculiaridades culturales, etnográficas y lingüísticas, que junto a un espacio geográfico-ambiental y unas bases económicas definidas dio lugar a la existencia de una conciencia propia de especificidad como pueblo. Y nosotros, como jóvenes que vivimos en Cantabria, nos entendemos parte de este País, parte de este pueblo.
Con todo, en las circunstancias actuales, a la gente cántabra le falta voz y poder de decisión para organizar nuestra vida como colectividad. Como consecuencia de la globalización y del modo capitalista de producción nuestro pueblo quedó relegado a ser un país dependiente, desestructurado, individualista, sin tejido industrial, destinado a ser una reserva turística-especulativa para el beneficio de unos pocos sacrificando el bienestar de las clases populares cántabras, pisando nuestra cultura y utilizándonos como ariete y cortafuegos contra otros pueblos de la Península Ibérica. La juventud ha sido aborregada y alienada, ha sido aculturizada y desenraizada para facilitar todo este proceso de expolio, españolización y explotación de Cantabria y sus recursos naturales y humanos.
Entendemos que la situación antes descrita no puede superarse desde el marco del Estatuto de Autonomía ni desde la Constitución Española y mucho menos desde la Europa del capital y su constitución. Todo lo contrario, creemos que son marcos que contribuyeron, contribuyen y van a contribuir al mantenimiento de la situación y a su empeoramiento.
Nosotros queremos romper con todo esto. Para poder construir el socialismo desde Cantabria tenemos que devolverle la dignidad a este País, y este camino solo puede hacerse luchando para que seamos los y las cántabras las únicas que decidamos como nos organizamos, es decir, luchar para que el pueblo trabajador tenga un autogobierno real sobre sí mismo y sin inferencias exteriores. Entendemos de esta manera la lucha por el autogobierno y la autogestión como un paso estrictamente necesario para construir un futuro mejor y en dignidad. Nuestro deber es desarrollar un proyecto de futuro, no basado en glorias pasadas y mucho menos en chovinismos y esencialismos de ningún tipo, sino con el objetivo de construir una Cantabria justa, popular y de los y las trabajadoras, solidaria e internacionalista, antipatriarcal y antirracista, ecológica y desarrollada, económicamente según nuestras necesidades.