La eyaculación es la expulsión del semen a través del pene, acompañada de una sensación placentera. Las primeras eyaculaciones se suelen producir mientras se tiene un sueño erótico, a éstas primeras emisiones se les llama torarquia o semenarquia.
Se suele intentar hacer que coincida con un orgasmo (eyaculación femenina), mientras dura el acto sexual el hombre alcanza una eyaculación cada cierto tiempo, la mujer puede alcanzar varios orgasmos, dependiendo de la capacidad de aguante del hombre. Si la eyaculación del hombre se produce en un tiempo que oscila entre treinta segundos y siete minutos se puede decir que es propenso a tener eyaculación precoz. Los hombres que padecen este problema (un 30% de la población lo ha sufrido alguna vez) tardan una media de 1,8 min en eyacular, mientras que el resto tarda de 7 a 8 min.
Sus alteraciones conllevan a problemas de la fertilidad y la sexualidad.
La estimulación para llegar al mecanismo de eyaculación, en el humano, es por roce; en otras especies por calor. Puede producirse sin control voluntario (polución nocturna), o voluntariamente por masturbación propia, o con ayuda de algún semejante, o conseguida de alguna otra forma, o por el contacto con las paredes de la vagina, del recto, etc.
La salida de semen no es continua, sino espasmódica. El primer chorro, con una velocidad superior a 50 km/h, puede tener energía para alcanzar más de 2 m, este mecanismo provee semen en lo más profundo de la vagina; los siguientes impulsos son de menor energía. La cantidad varía mucho entre razas y edades, no más de 3 a 5 ml por lo común (puede llegar a 15 ml). Después se produce un periodo de remisión y de resiliencia, en que, en algunas ocasiones, si se trata de estimular el glande, puede llegar a producir dolor, debido a lo sensible que se encuentra en ese momento.
La afirmación de que no hay orgasmo sin eyaculación concomitante, es relativa.
Fuente: wikipedia