El amor ¿tan poderoso? Siempre me había formulado esta pregunta. Veía innumerables películas basadas en historias de amor felices y desgraciadas, escuchaba centenares de canciones triviales que hablaban del amor, y, sin embargo, no creía en él. Solía pensar que el amor no era real, tan solo un estado de ánimo pasajero, una ilusión que siempre se acababa. Antes había salido con otras chicas, claro está, pero jamás había sentido algo parecido hasta que conocí a Laura, una mujer increíble, fascinante, divertida, con carácter y apasionada, poco corriente.., que me hizo ver y comprender la vida de otra manera. Después, su forma de tratar a sus amigos, a su familia y a la gente, con un enorme cariño y espontaneidad; ver que todo el mundo la quería me hizo pensar que era alguien especial y que merecía la pena.
Lo primero que pensé fue: ¡cómo había yo cambiado, él mayor soltero convencido de este planeta!
Pero empecemos desde un principio.
Cuando nos conocimos ella acababa de romper con un individuo, hace más de dos meses. casualmente nos presentó una amiga en común y caí víctima del flechazo (no creía en el destino hasta entonces). Fue amor a primera vista. Mi corazón se aceleró, el estómago me hormigueaba y el sudor recorría mi anatomía. me encandilaron su increíble sonrisa y el brillo de sus ojos.
La amiga que nos presentó dejo justo su sitio que estaba al lado del suyo; decir que estábamos en una cafetería muy concurrida de tenerife. Gracias a ella, encontré a la mujer de mi vida.
Habiendo salido ella de una relación tormentosa y en vez de actuar como la típica mujer despechada, me dijo con actitud positiva: “no creo en tópicos, creo que cualquier pareja puede funcionar si hay amor, atracción y mucho humor. sentirte con tu pareja como con tu mejor amigo. Tan pronto puedes hacer el tonto como poder contarle el peor de tus problemas. la confianza también es un pilar clave.” Viendo su ruptura como sinónimo de crecimiento personal. Realmente la admiraba.
no sabría describir con palabras esa sensación. Sólo sé que desde ese instante algo en mi vida había cambiado. Por fin, mi corazón volvía a latir, sumergido de felicidad.
Con el tiempo estrechamos grandes lazos de amistad, me contagió su vitalidad y aprendí mucho de su humildad y de su entrega incondicional a cambio de nada.
Aunque esté triste te ofrece la mejor de sus sonrisas y te brinda el brillo de sus ojos entre pícaro y familiar; que hace que me relaje. Se sienta a mi lado y sé que me espera una conversación exenta de problemas y dificultades, y sí de anécdotas que me harán sonreír.
Me he enamorado locamente de ella; y de pronto siento una envidia rara y absurda por la gente que la había conocido antes que yo y siento rabia que haya sufrido anteriormente tanto por amar a un hombre que la infravaloró.
El sábado la llevé a su lugar favorito. a la orilla del mar y bajo el resplandor de la luna y con toda la emoción que puede embargar a alguien que descubre el verdadero amor, me dirigí a ella sin tapujos; rindiéndome a la suplica de mi corazón, confesándole mis verdaderos sentimientos. entonces algo ocurrió. Antes de poder yo terminar tapo con sus frías manos mi boca y me dijo: “mi inseguridad es, quizás, mas poderosa en mi vida que todo lo que pueda a llegar a sentir por ti. Llámame cínica, pero a veces pienso en cómo hubiera sido mi vida si aquél día, una tarde cualquiera, no te hubieses cruzado en mi camino. Probablemente gris, triste e insípida ya que tú conviertes lo amargo en dulce, apareciste cuando más te necesitaba. Yo no me había percatado que de que habías empezado a quererme. No sabía en que punto de nuestra relación tú amistad se había esfumado dando paso a estos sentimientos desconocidos para ti”. Su voz se fue entrecortando poco a poco. nunca antes había mencionado el daño que su relación pasada le había causado.
Esa mágica noche por fin se desahogo y soltó todo el dolor reprimido que llevaba dentro. Estaba muerta de miedo y este miedo la paraliza y le impide volverse a enamorar. Lo que no comprendo es como un “pseudo hombre” pudo herir tanto al ser más maravillo que he conocido.
Le prometí que yo la cuidaría y me dijo que ya no quería mas promesas ni compromisos, solo hechos, que el amor no es algo que se pueda exigir. Y a cada palabra más me enamoraba.
Este año he renunciado a irme en septiembre con mi padre a sevilla por ella, por supuesto no se lo he dicho, me lo hubiese impedido. Ella es la que lleva toda su vida sacrificándose por los demás sin pedir nada a cambio y no querría que nadie se “sacrificase” por ella.
En serio chicos es magnifica. quiero luchar por ella pero inevitablemente me siento perdido, tengo miedo a perderla, no sé que hacer…
Por eso pido vuestro concejo y también así desahogarme.
Gracias.