A los 45 años sufrió una grave descarga eléctrica que, lejos de acabar con su vida, hizo que adquiriera una extraña capacidad: la del magnetismo. Sartenes, planchas, cubiertos o cualquier otro objeto de metal se adhiere a su cuerpo y sube de temperatura. El diario Pravda saca a la luz la historia de esta mujer de 71 años.
Todo ocurrió cuando tenía 45 años y trabajaba de camarera en una cantina. Sufrió una descarga eléctrica de 160 voltios que, en vez matarla, le otorgó la capacidad de atraer el metal. "Alguien olvidó el agua un día en la tienda y había cables eléctricos hay por todo el lugar. Utilicé un palo de madera para detener el agua, pero se había formado una piscina en el piso. Sufrí una descarga eléctrica, pero tuve la suerte de seguir viva", explica. Ella es Elena Kovaleva, una mujer rusa de 71 años que ha decidido hacer público su extraño don en el periódico Pravda.
Esta mujer, residente de la ciudad de Lipetsk, puede guardar cualquier tipo de utensilio de cocina en su cuerpo: hierro, tazones de plástico, ceniceros de cristal y muchas otras cosas. Acoge cualquier objeto metálico, pero también atrae al plástico y al cristal.
Según el diario Pravda, cuando los utensilios suben de temperatura y es muy difícil quitárselos. Hay que esperar a que se enfríen para que se empiecen a caer. "Las cosas toman mucha energía mía", explica Elena, a la que los objetos se le quedan literalmente 'pegados' al cuerpo pese que cuando se desprenden su piel tiene una temperatura y tacto normal.