Hombre encarcelado por acosar a sus ancianos vecinos silbando la melodía de La Familia Addams cada vez que los veía.
Un molesto vecino que provocaba a una pareja de ancianos silbando el tema musical de La Familia Addams ha recibido una pena de prisión.
Leopold Wrobel ha acosado a estos inquilinos durante más de 4 años, haciéndolos sentir como prisioneros en su propia casa.
Sus víctimas, Michael y Kathleen Sharpe, dijeron que Wrobel "casi tuvo éxito" en destruir sus vidas.
Wrobel, de 51 años, ya fue amonestado por las autoridades por su comportamiento antisocial el pasado diciembre por atormentar a la pareja.
Pero su insidioso comporatamiento, que ya duraba 4 años, continuó al día siguiente de dicha amonestación.
El jurado pudo ver metraje de circuito cerrado de televisión grabado con las cámaras de la casa de los Sharpes, que captó el repetido silbido de Wrobel cuando llegaban o abandonaban su hogar.
Michael Treharne, abogado de la acusación, dijo que cada incidente por sí solo probablemente parezca estúpido o patético.
Pero añadió: "si algo pasa contínuamente, una y otra vez, llegará el momento en que sea absolutamente intolerable".
El señor Sharpe, de Wingerworth (Derbyshire), dijo al jurado que las acciones de Wrobel hicieron que su mujer cayera enferma y empezara a caérsele el cabello.
"Ha sido devastador y lo que quería hacer ya está hecho, intentar destruir nuestras vidas", dijo el hombre de 68 años. "Casi lo consiguió".
La mujer dijo a los magistrados que no podía abandonar su casa sin que Wrobel estuviera allí.
La mujer de 66 años añadía: "Me asusta, no he podido llevar una vida normal. Era una prisionera en mi propia casa".
Wrobel negó haber violado la orden de corregir su comportamiento antisocial y otros dos cargos de acoso, incluyendo el observar a la pareja y su familia y el silbar la música de la comedia de los 60. Pero fue declarado culpable por los jueces y condenado a 20 semanas de prisión.
Julia Bosworth, abogada defensora, discutió el que su cliente fuera el perpetrador de todos los silbidos, y que los que hacía él iban dirigidos a su perro, no a la familia Sharpe.
Wrobel dijo ante el jurado: "No me importa nada lo que hagan, me da igual, no tengo interés alguno en absoluto".
Pero John Warren, presidente de los magistrados, dijo que la versión de los hechos de Wrobel no era creíble.
Tras la sentencia, Warren dijo: "Has seguido una conducta que ha causado grandes daños a la familia Sharpe, y no ha mostrado consciencia alguna del impacto sobre ella".
La señora Sharpe, tras la condena: "Estoy tan aliviada... ha sido una completa pesadilla. Ha afectado a nuestra salud y a la de toda la familia".