Odio el kalimotxo. Sabe a mierda. Además mosquea bastante que llegue un amigo, te ofrezca, y se crea que te pasa algo porque rechaces beber semejante porquería.
Y bydiox me ha recordado que odio El Señor de los Anillos. El Silmarillion se lo come con patatas a nivel literario.
Ale, os toca.