La vez que subí a un taxi y acabé emborrachandome con el conductor.
O... cuando me eligieron como Mandalore tras una sangrienta batalla.
La vez que subí a un taxi y acabé emborrachandome con el conductor.
O... cuando me eligieron como Mandalore tras una sangrienta batalla.
No sé, a veces he estado a punto de tener accidentes chungos, y luego cuando lo piensas fríamente que la podrías haber palmado, quieras o no marca tu vida.
yo soñé con mi abuelo, él iba vestido de azul completo y con otro de negro, él tio de negro le dio un golpe en el pecho y mi abuelo moria.
A los dos dias mi abuelo murió de un infarto al corazón.
Eso me hizo incapaz de llorar ante las degracias personales.
La primera vez (8-9 años) que vi a un borracho. Fui con mi padre a un bar (él tomaba una cerveza, y yo un zumo siempre), y entró un taja (a las 10-11 de la mañana), chillando y liándola. Entre el dueño, mi padre, y 2 personas más del local, lo sacaron agarrándolo, y ya venía la policía por el camino (la llamó un matrimonio).
Desde entonces, supe que emborracharse / ver a gente borracha mola ;D.
Y me marcan día a día la gente que es más falsa que un billete de 3€. Te sorprendes al ver que c-a-d-a palabra que sueltan va envenenada, y no puedes estar a su lado por cuestiones morales básicas.
Como no todo es malo, también me sorprenden diariamente los pocos amigos de verdad que tengo, donde cada segundo con ellos es una experiencia grata.
También una vez que nos amenazaron unos "malotes" (era yo muy pequeño). Unos se fueron por patas, yo me quedé (supongo que por miedo o inexperiencia ante tal situación), y los que se quedaron conmigo le metieron huevos, y no se inmutaron ante sus amenazas.
Aprendí que, si no te rodean 30 gitanos con navajas, hay que tener huevos para luchar por lo que vales y defiendes (tener honor), quedarte con los que vas, y plantarles cara.
La primera vez que me emborraché. Tendría 9 o 10 años, bajé al sótano y allí estaban los barriles de roble para el vino de mi padre. Abrí el grifo y a beber.
Descubrí una de las mejores cosas de la vida, junto con las peleas y los polvos; las peleas las descubrí antes, los polvos después.
Mi padre era un cabrón pero el hijoputa qué buen vieno tenía!