Después de un año y medio de pandemia, y como consecuencia de sus efectos, Estados Unidos está viviendo un singular fenómeno social y laboral: los trabajadores están renunciando en cantidades inusualmente grandes, un hecho al que los sociólogo bautizaron como la “Gran Renuncia”.
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El primer indicio surgió en abril pasado, cuando cuatro millones de empleados, el 2,7% de la fuerza laboral de EE.UU., abandonaron su trabajo repentinamente, marcándo un récord histórico. Este fenómeno continuó creciendo.
En mayo renunciaron 3.600.000 estadounidenses, y ocurrió en distintos sectores de la economía, según reveló Gallup, la compañía norteamericana de análisis y asesoría.
Un estudio de esta firma refuerza el concepto: “Las empresas se enfrentan a una tasa de abandono asombrosamente alta y un número récord de puestos vacantes”. Aunque al mismo tiempo remarca que los renunciantes están buscando nuevos puestos, con mejores sueldos o beneficios.
“Los trabajadores de todas las categorías laborales, desde los puestos de servicio de atención al cliente hasta los altamente profesionales, están buscando trabajo de forma activa o pasiva aproximadamente al mismo ritmo”, dice Gallup.
“Hay mucha rotación en los puestos con bajos salarios en los que la gente realmente no tiene una progresión profesional. Si encuentras un trabajo que te ofrece solo un poco más, cambiarlo no tiene ningún costo para ti”, explica a la BBC la economista laboral Julia Pollak.
Las causas que llevaron a esta especie de éxodo laboral son muy distintas, aunque todas tienen como base las circunstancias especiales que la gente debió soportar durante la crisis sanitaria que sacudió al mundo.
“Están aquellos que querían renunciar en 2020, pero se vieron obligados a posponer su decisión hasta este año por la pandemia”, explican los expertos a la BBC, y agrega: “Otros sufren agotamiento por una excesiva carga laboral. También están los que renuncian porque cambiaron las prioridades de su vida”.
La pandemia de coronavirus, apuntan los sociólogos, ofreció a muchas personas la oportunidad de hacer un balance de su vida laboral, ya que se vieron obligadas a trabajar desde el hogar. Están, además, los que sufrieron la pérdida de sus trabajos o fueron suspendidos. Esto significó una gran presión en circunstancias muy difíciles.
Por otro lado, las normas laborales tradicionales se fueron modificando en estos meses de pandemia, lo que llevó a la gente a reevaluar lo que buscan, quieren y esperan de sus trabajos.
Hay numerosos casos de empleados que renunciaron porque sus empresas los obligaron a regresar a la oficina, algo que no estaban dispuestos a hacer. Prefieren seguir con el teletrabajo o un sistema flexible que dosifique lo presencial con el trabajo a distancia.
Para algunos especialistas la “Gran Renuncia” no es producto sólo de la pandemia, sino que tiene que ver con una tendencia de alta rotación laboral que viene hace tiempo entre los jóvenes. La crisis sanitaria, agregan, sólo aceleró este proceso.
Otros, como es el caso de Anthony Klotz, consideran que es parte de una transformación más profunda del mercado laboral estadounidense. Y plantea que las empresas deben adaptarse a la “nueva normalidad” para no perder los empleados más talentosos.
“Aquellas empresas que ofrecen mayor flexibilidad en términos de trabajo remoto e híbrido, tienen más posibilidades de reclutar trabajadores de forma global”, asegura.
Fuente original: clarin.com
Hace ya unas semanas que el tema se venía tratando desde el discord de vendedores de Amazon donde estoy, porque hay muchisima gente de USA. Básicamente se quejaban de que era casi imposible encontrar trabajadores, que las subidas de salario minimo (obligadas por los gobiernos estatales) estaban ahogando la economía, que los estimulos o paguitas por el covid hacían que la gente prefiriera estar en casa que currando... vamos, lo típico que escuchas aquí en cualquier clase de ADE.
Está claro que la situación de pleno empleo de Estados Unidos contribuye tanto a facilitar esta renuncia (que no es dejar de trabajar, sino buscar algo mejor) como a que la gente luche por mejores condiciones, pero es interesante el paradigma que se plantea en el futuro inmediato de Estados Unidos, con nuevas masas de jóvenes entrando al mercado laboral pero con pocas ganas de currar por un salario de mierda, sobretodo mientras el gobierno les de una paguita.
Resulta que el mercado de la vivienda en USA también está sufriendo una mini-burbuja con una subida de los precios bastante loca, debido a la complicación a la hora de construir (permisos y material, al parecer hay una falta de madera brutal hasta el punto de que faltan pallets y se están pagando como el oro) por lo que las casas de segunda mano y las reformas están en auge.
¿Creéis que los cambios en la sociedad que ha provocado el covid pueden suponer un punto de inflexión en el mercado laboral no ya solo americano, sino mundial? Aquí lo tenemos complicado con nuestra tasa de paro estructural por las nubes y una cultura empresarial bastante pirata, pero como suele ocurrir siempre, al final "nos caerá algo" aunque sea a regañadientes por parte de los mandamases.