#10 #12 Lo del calabozo es impepinable. En estos casos en los que la denuncia es falsa, resulta muy sangrante y poco comprensible. Lo que ocurre es que en estas situaciones se considera que existe un riesgo grave para la vida de la mujer y es por ello que el presunto maltratador pasa un tiempo en el calabozo tratado como si fuera una puta mierda.
Desde mi humilde punto de vista existen otras formas de hacerlo sin que el hombre tenga que pasar semejante bochorno, el cual además suele tener a menudo otro tipo de consecuencias. Sé de otro caso de un hombre al que le fueron a buscar al trabajo para detenerle. Trabajaba de cara al público y claro... su jefe no quería tener a un empleado que había sido detenido por violencia de género así que le despidió, el chaval parece ser que tampoco era culpable pero en este caso no se libró de la condena.
Yo no digo que la violencia de género no sea algo grave, porque sí que lo es, pero también es muy grave el abuso que se hace de esta ley y la indefensión que sufren los hombres en estos casos.
Desde un punto de vista legal, en mi opinión esta ley roza la incostitucionalidad y ha sido varias veces criticada por varios sectores de la doctrina jurídica. Sobre la reciente polémica que hubo en España sobre denuncias falsas que luego se publicaron unas cifras en las que salía que eran menos del 1%, hay que decir que eso tiene mucha trampa.
¿Por qué? En un juicio generalmente el acusado goza de ciertos privilegios procesales y es el acusador quien ostenta la carga de la prueba, es decir, es la acusación quien debe probar que el acusado es realmente culpable, de ahí viene el famoso principio de: "Todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario" o lo que es lo mismo, la famosa presunción de inocencia. Sin embargo en los Juzgados de Violencia de Género se produce un curioso fenómeno en el que se invierte la carga de la prueba y además el principio de valoración libre de la prueba se lleva hasta sus últimas consecuencias. La víctima además de ser parte es también testigo y por lo tanto su testimonio se considera como prueba y por lo tanto la simple declaración de la mujer apoyada por unos simples indicios (moratones, un vecino que escuchó jaleo y también por qué no decirlo... testigos falsos), son suficientes para producirse una condena firme. Esto en cualquier otro juicio penal no sería un factor decisivo ni llevaría consigo la condena del acusado pero curiosamente en los casos de violencia de género sí que es así.
Es por esto por lo que existen muy pocos casos de denuncias falsas, los hombres acusados tienen muy muy muy difícil defenderse porque procesalmente parten con desventaja porque lo que dice la mujer "va a misa" y generalmente suelen ser condenados aunque sean inocentes, lo cual a su vez genera muchísima frustración que a menudo suele desembocar en más violencia. Le arruinas la vida a un hombre inocente: pierde su trabajo, su casa, su vida, su dignidad e incluso a su familia y ¿esperas que agache la cabeza y se vaya como si nada? Alguien con un poco de orgullo lo que hace es coger un cuchillo de 30cm y degollar a la mujer. Yo no lo justifico, ni lo apoyo, pero en ciertas situaciones parece comprensible que cuando una mujer y la justicia te quitan tu vida, tú hagas lo mismo, al menos vas a la cárcel con razón.