Pues si, la presidenta de la comunidad de Madrid sigue con su plan de privatizar todo aquello que tenga que ver con la sanidad en plena pandemia. Tras dedicar el fondo Covid a instalaciones deportivas y un pabellón al que ahora llama hospital dejando sólo un 0,5% en ayudas a residencias que son las más afectadas por el coronavirus ha decidido privatizar la administración de la vacuna.
Además la presidenta madrileña repite su modo de acción. Primero se queja de que recibe pocas vacunas del gobierno central, luego durante la primera semana decide no vacunar para dejar en evidencia los servicios públicos vacunando solo el 6% de las dosis recibidas (a pesar de ser muy pocas para la presidenta) y luego decide que para vacunar hay que pagar un millón de euros a cruz roja para que se pueda vacunar la gente. Mientras tanto las enfermeras en los centros de salud no conocen de esta campaña porque están excluidas de ella.
Lo mejor, que cruz roja buscaba hace ya más de una semana personal para una campaña de vacunacion que sorpresa, al final han recibido.
Estamos ante un nuevo nivel de indigencia moral de la derecha española?