Los hechos han ocurrido en Santovenia de Pisuerga, Valladolid. La protectora Defaniva denuncia el asesinato y tortura de Cooper después de encontrar su cadáver en la cocina de la familia que lo acogió en adopción.
Tres meses llevaba conviviendo un matrimonio y su hija menor de edad con el cadáver del perro de la familia en Santovenia de Pisuerga. Todo ha salido hoy a la luz cuando la menor ha comentado a otros vecinos que el animal llevaba tres meses fallecido y que sus padres habían sido quienes habían lo habían matado y quiénes habían dejado su cuerpo en la cocina de la vivienda en la que habitan, según apuntan fuentes municipales.
La Guardia Civil y el Seprona se personaron esta mañana en la vivienda acompañados de autoridades muncipales a la espera de que un veterinario de la Junta llegase hasta el lugar.
El Seprona se ha hecho cargo de la investigación y será la necropsia realizada la que determine la causa exacta de la muerte del animal e instruirá las diligencias oportunas.
El perro mestizo y de tamaño medio había salido de una casa de acogida para ser entregado a esta pareja y a su hija hacía tres meses.
De momento, a la pareja se le ha retirado, de forma provisional, la custodia de la niña, de la que se ha hecho cargo una vecina hasta que la Fiscalía de Menores tome una decisión definitiva, según ha publicado Europa Press.
Y este es el comunicado oficial de la protectora:
Defaniva denuncia el asesinato y tortura de Cooper, cuyo cadáver ha permanecido en una casa tres meses.
Dados los hechos acontecidos en la jornada de ayer, y las noticias publicadas en varios medios de comunicación nacionales, Defaniva quiere dar a conocer la versión real de los hechos que han vivido en primera persona parte de sus integrantes en la mañana de ayer.
Que Cooper renombrado Precioso por sus adoptantes, fue rescatado por nuestra protectora a la vez que su hermana a finales del 2017, cuando apenas contaba con tres meses, que recibió todos los cuidados y mimos por parte de su casa de acogida. Que en febrero de 2018 tras filtros, el cuestionario que marca el protocolo de la asociación así como entrevista personal (proceso obligatorio y registrado en cada una de nuestras adopciones) fue dado a la que creíamos que era la familia ideal; un matrimonio con una niña pequeña.
Que se les hizo el seguimiento que se hace a todas las adopciones y el cual en el contrato de adopción tiene que firmar la conformidad el adoptante, y además recibimos documentos gráficos de lo que parecía una buena adaptación a la familia.
Que vimos varias veces a Cooper por Santovenia y parecía un perro feliz. Que el 9 de mayo es el último día que se nos envía un video del perro jugando, y nada nos hace sospechar que hay algún problema.
Que el lunes 27 de agosto una adoptante de Defaniva que reside en el mismo pueblo nos informa de que hace tiempo que no ve a Cooper por el pueblo, inmediatamente tras recibir ese aviso, llamamos a los adoptantes en multitud de ocasiones durante todo el día sin respuesta, probamos desde otro número y al presentarnos como Defaniva se nos cuelga el teléfono. Por lo que a la mañana siguiente la presidenta de la asociación y tres voluntarias de la misma, se personan en Santovenia con el objetivo de poder hablar con la familia y comprobar el estado del perro. Al no encontrarse en su domicilio y tras varias averiguaciones , encontramos a la madre y a la hija en un parque cercano. Que al preguntar por el perro a la mujer nos comenta que “no está, se ha ido” dejando entrever que ya no se encontraba vivo. Le pedimos explicaciones pero no obtenemos ninguna, que preguntamos a la niña y nos dice que “está muerto en casa”. Hablamos por separado con la madre e intentamos tranquilizarla, le convencemos que nos deje subir a su casa para recoger el cadáver del perro (en ese momento no nos lo creíamos) mientras dos de las compañeras que habían acudido se quedan jugando con la niña en el parque, dado que tras el proceso de adopción conocíamos a la menor.
Cuando nos disponemos a subir a la vivienda, la mujer en su errático comportamiento, nos dice que vamos a necesitar una caja para llevarnos todo lo que había. No entendemos la situación pero haciendo un acopio de frialdad intentamos mantenernos tranquilas para poder descubrir lo que pasaba.
Entramos en la cocina y nos encontramos un montón de mantas de suelo, acompañado de un sin fin de insectos y un olor nauseabundo. Que debajo de ese montón estaba Cooper, en el suelo de la cocina, ya solo quedaba su esqueleto y parte de su pelaje, intacto su collar y un trapo que va desde la boca hasta la tráquea: lo que hace pensar que llevaba al menos tres meses muerto en la casa y que su muerte no fue accidental.
Tras llamar inmediatamente a la Guardia Civil de Cabezón de Pisuerga y explicar la situación se persona en el piso también el Seprona. Después de horas allí y de que nuestras voluntarias entretengan a la niña para que no fuera testigo de la macabra situación, la menor mientras se abrazaba a su perro de peluche nos cuenta que su padre pegaba “muy fuerte y en todas las partes” a Cooper.
Que se localiza al padre de la familia y es interrogado por uno de los agentes quedando la situación al cargo de las autoridades pertinentes.
El equipo de Defaniva explica como fueron los hechos desde la rabia, la consternación y la impotencia, desde el miedo y la pena de pensar en un cachorro alegre como era Cooper que presuntamente fue ahogado, torturado y enterrado bajo mantas durante meses en una cocina. Algo que denota un comportamiento sádico y de perfil maltratador. Y desde el miedo también de pensar en esa niña de seis años.
Defaniva pide respeto y que se piense en la niña. También en los voluntarios de esta asociación y en especial en las voluntarias que vivieron aquella macabra situación que nunca podrán olvidar.Daremos voz a Cooper y haremos todo lo que haga falta para que su muerte no quede impugne.
Esto es lo que se encontró la protectora al subir a la cocina de la vivienda:
Momento de la adopción:
Declaraciones de la voluntaria de la protectora que descubrió todo:
- La cocina la tenían precintada para no entrar.
- A la madre no le parecía para tanto la situación y le quitaba importancia.
- Cocinaban con un microondas en el salón.
- Los vecinos no se sorprenden porque "ya tenían comportamientos extraños".
Actualización en #155
- El fiscal considera que no hay problema y devuelve la niña a sus padres.
___
Espero que les quiten la custodia de la pobre niña, no me quiero imaginar en qué condiciones tendrán a esa niña los padres si son capaces de hacer algo así a un perro. Deberían endurecer las leyes contra el maltrato animal, es una vergüenza.