Señores con pelotas peludas que reivindican en Twitter su derecho a parir, tener la regla o hacerse análisis médicos que sólo sirven para mujeres. O mujeres que deciden ser hombre, se hormonan, sacan barba y niegan la posibilidad de que puedan tener cáncer de útero porque ahora son hombres.
Hemos visto casos de personas que, a pesar de no tener ni siquiera los órganos que lo permiten, exigen a su médico que le trate como si así fuera o se piensan que su decisión respecto a su género cambia mágicamente las reglas del universo.
Por otro lado, se está imponiendo una situación social en la que sacarles de su "realidad" es considerado insultante y poco educado, lo que obliga a varios profesionales en su día a día a seguir el juego para no acabar increpados por una multitud o siendo virales del último ataque en las redes.
¿Se nos está yendo de las manos? ¿Hasta qué punto hay que seguirle la ficción a ciertos individuos?