Estoy asqueado. Eso es una realidad.
Estoy cansado de escuchar la palabra igualdad. Se hartan de proclamarla para hombres y mujeres y razas y etnias y en esos pequeños aspectos sin poder mediático donde hace también mucha falta ni asoma la cabeza. Porque hacen que un rasgo físico se convierta en un hándicap. Una característica física en lo referente al tamaño y que, desgraciadamente, sufro.
Porque aún siendo un tipo normal, soy diferente a ti, a ti, a ti y a ti, lectores de este thread. Para un sector de la sociedad soy un bicho raro, alguien que no puede aspirar a lo mismo que vosotros (en el aspecto que este thread engloba), y no es por cuestiones económicas. Es mucho más simple. Ridículo, diría, pero de lo que me veo perjudicado.
Entrando en materia, hablo del amplio sector textil y todos aquellos eslabones que forman la cadena de diseño, pasando por la producción de los artículos, hasta la venta de estos. Y hay un campo de este sector que no piensa en mí y en muchos como yo. Y ellos mismos proclaman igualdad porque permiten a los más obesos vestir como los más delgados sin importar la talla XXXL de dichas prendas. Porque permiten a los bajos vestir como los altos, y así un largo etcétera de antítesis reunidas en la palma de la igualdad. Pero a mí me dejan de lado.
Entonces surge la pregunta-indignación:
¿POR QUÉ, para ellos, NO SOY NORMAL?
Cuando hablaba en términos de tamaño no me refería al pene, sino a otro aspecto: los pies. Y es que este angustiante trago lo he tenido que pasar hoy de nuevo, acabando desesperado y con un chorro de horas perdidas y convertidas en impotencia, ya que hoy me embarqué en la búsqueda de unas zapatillas de deporte, puesto que las mías están destrozadas. Sabía lo que me iba a encontrar, pero parece que se me había olvidado como fue de frustrante la búsqueda de calzado la última vez que me armé de paciencia hace muchos años. Porque, señores, los fabricantes sólo producen tallas entre la 37 y la 45, y que nos den por el culo a aquellos que tenemos los pies más grandes (en mi caso, el 47-48, dependiendo del fabricante).
Visité pequeños comercios, footlockers, El Corte Inglés, Decathlon... y tras varias horas me vine con las manos vacías. Y no será porque no vi zapatos guapos. No: porque no habían nunca de mi talla. Y para colmo, como en periodo de rebajas en el que estamos, había zapatos que me gustaban y que habían rebajado sustancialmente el precio (pongamos de 70 a 25€), pero las tallas sólo llegaban hasta las 45. Pues lo peor de todo es que en un par de ocasiones me dieron a elegir la opción de pedirlos por encargo. Hasta ahí bien. Lo malo es que perdía la rebaja, pero no pagaría ni siquiera su precio original (pongamo 70€ por ejemplo) sino 100€ por ser un talla especial. ¡¡¡¿HOLA?!!! Es decir, un chaval con un 45 si comprase esos mismos zapatos le saldría 75€ más barato que a mí. ¿DÓNDE ESTÁ LA PUT* CÁMARA OCULTA? ¿Acaso cuando va a una tienda un señor que requiera una XXL tiene que pagar más (o tantísimo más) que alguien que requiera una M de la misma tienda? ¿Por qué coño en el tema de calzado las cosas no funcionan así?
¿Por qué ni Nike, ni Adidas, ni spm piensan en gente con pies más-grandes-de-lo-habitual? ¿Por qué tengo que recurrir a tiendas de tallas especiales donde todo cuesta un huevo más y encima hay muchísima menos variedad? ¿Dónde está la igualdad hacia el consumidor?
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