Tan fácil como pasar de aquellas pseudo mujeres que consideran que abrirles la puerta es un símbolo de opresión y de centrarse en las mujeres de verdad, que no son tan gilipollas como éstas primeras y aún hay alguna suelta por ahí.
Si Orson Welles levantara la cabeza y viera que los hombres se han convertido en niñatos y las mujeres en crías...
Esto lo cuelo de gratis. Porque sí.